11 de diciembre de 2011

Homenaje a Coelho, Arjona, a los cursos de liderazgo y a los libros de auto-superación.

Solo hace unos cuantos días conversaba con alguien sobre mi intención de escribir este post. Realmente me llamó la atención la reacción que esta persona tuvo porque me dijo “que tema tan original” seguido de una larga carcajada añadió “todo el mundo escribe de eso” al notar mi silencio prolongado por más de 3 segundos dijo “pero estoy segura de que tú lo lograrás hacer interesante”. La verdad esa honestidad de las dos primeras frases me desanimó y la generosidad de la última -con la que buscaba equilibrar la balanza- me desanimó aún más.
Sobrevuelo

Me acordé de que nadie me lee, me acordé de mi compromiso de mantenerme en el anonimato, pero lo más importante de todo, fue acordarme de mi compromiso con la humanidad de jamás asemejarme en sus reflexiones de salón de belleza a Coelho o a Arjona.

Por el conocimiento que tengo de mis tres asiduos lectores, sé que el párrafo anterior hizo que dos de ellos abandonaran la lectura, por lo tanto esto va solo para ti, que aunque sé que no me lees por admiración, la curiosidad también es una buena motivación, pero recuerda “la curiosidad mató al gato”, por frases como esa el mundo está lleno de ignorantes, así que ánimo vas por buen camino –también sé hacer reflexiones estúpidas- .

Entrando en materia -para algunos, fecal- el tema que me empujó a volver a escribir después de unos meses fue algo que algún escritor de auto-superación con influencia oriental –solo porque su laptop es coreano- denominaría “Principios Universales del Éxito Empresarial”.

Las empresas están llenas de grandes profesionales, ejecutivos de primer nivel que cuentan con una gran trayectoria y un buen respaldo académico, lo que les permite ser absolutamente eficientes en sus labores empresariales.

Estos genios del Management son hijos -por lo general- de estilos de administración considerablemente retrógrados, donde por su similitud fonética confundieron la cohesión con la coerción y es por esto que el cumplimiento de los objetivos, por lo general, es el resultado del temor y no de la convicción.

A pesar de que el discurso en el mundo empresarial se hace en torno a expresiones –que odio profundamente- como: proactividad, sinergia, cohesión de equipos, alineamiento, empoderamiento, creatividad, romper paradigmas, planeación y dirección estratégica, balance score card, no son problemas sino oportunidades, liderazgo, remar al tiempo, todos en el barco, etc., etc., etc., la realidad operativa de las organizaciones dista de esto.

Si todo este parlamento empresarial fuera real, en los pasillos de las compañías no se oirían quejas permanentes de los empleados por tener jefes injustos, o porque los jefes de sus jefes sean injustos o simplemente porque no les reconocen su trabajo.

La pregunta que me surge es: ¿un empleado inconforme logra poder llevar una vida feliz? Seguramente no, entonces, no valdría la pena hacer un acto de contrición y aceptar que los programas de actitud mental positiva, de equidad y de justicia empresarial, de balance de vida familiar y laboral, no son más que una herramienta para multiplicar la insatisfacción en la medida que la gente se siente victimas de circunstancias y no encuentra la coherencia entre el dicho y el hecho. Algo que si se mira con lupa –objetivamente- no son víctimas de nada.

Dicho de otro modo, un reto para un equipo de trabajo dentro de una organización demandará grandes esfuerzos, esos esfuerzos demandarán –sin lugar a dudas- sacrificios, la pregunta es ¿Por qué el cumplimiento del objetivo no es un aliciente?, ¿por qué el sacrificio y el esfuerzo, les deja a los miembros del equipo una sensación de víctimas?

No será más coherente generar conciencia alrededor de temas como: cómo forjar el carácter, la resiliencia como herramienta gerencial, cómo valorar el hoy y el ahora, cómo afrontar el fracaso y finalmente cómo agradecer el hecho de tener un empleo.

El que un empleado no agradezca el hecho de tener una responsabilidad y un sueldo, debería ser motivo suficiente -para que por principio- renunciara y se dedicara a buscar un trabajo mejor. Si el cargo o la empresa donde está no llenan sus expectativas, no debe pretender que esta se rediseñe a su imagen y semejanza.

Seguramente el que se queja no tendrá el valor de afrontar una responsabilidad mayor como renunciar y seguramente si lo tiene terminará diciendo “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.

Finalmente la frase tan polémica que dice “Desea lo mejor y espera lo peor” , no es más que una invitación a ser positivo en el propósito y seguramente en la ejecución, pero invita a no aferrarse a la idea de que todo va a salir perfecto, porque eso es lo que impide prepararse para afrontar las dificultades.

Decía Winston Churchill “El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo” y Henry Ford decía “El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”, esto no es más que la evidencia clara de que los grandes líderes se han caracterizado por afrontar y sobrepasar los fracasos, y tanto en el mundo empresarial como en el estado y en la vida diaria el fracaso es un ingrediente fundamental en la receta del éxito.

Lo anterior dista mucho de ser una apología a la mediocridad, todo lo contrario, los mediocres no contempla el fracaso, muchos entregan la responsabilidad a la suerte, al azar o a dios, por lo que ante un fracaso caen rendidos y destruidos.

Creo que toda la literatura sobre management, auto-superación o claves para ser exitoso, rico, feliz o todo al tiempo, deberían ir orientada a fortalecer el carácter y no desestimular la lucha para conseguir los objetivos, que es finalmente lo que sucede cuando el lector se da cuenta de que no es suficiente un buen método con una actitud débil.

Voy a terminar con una frase no de Coelho sino de Nietzsche “Lo que no me mata me fortalece”.

20 de octubre de 2011

La maldición del paraíso

IMG_0906


Seguramente muchos han escrito sobre lo importante o poco valiosa que resulta ser la vida.

Para algunos la vida es un premio y para otros un castigo, pero lo más seguro es que no sea nada más que un cuento que dependiendo de la lectura que se haga de él podrá ser un cuento de hadas o uno de brujas malvadas, unos se concentran en la bruja y otros en el final feliz.

Es tan simple como que, para algunos es una catástrofe el hecho de que un vuelo a Miami se retrase dos horas y para otros es un placer poder montarse en una buseta repleta de gente con olores y calores propios de transporte público, lo placentero está en la certeza de saber que al llegar a sus casas los espera un plato de comida y una cama, que aunque no es muy cómoda está bajo un techo, no sueñan con viajar a Miami pero sienten pena por el que duerme en la calle.

Pero lo que si resulta ser un hecho irrefutable es que la vida cumple con un ciclo corto: donde nacemos, crecemos, algunos nos reproducimos y finalmente todos morimos. Con dificultad y mucha fortuna -el más longevo de los hombres- podrá llegar a los ciento treinta años con casi nada de dignidad.

Entonces, ¿en dónde está el sentido de la vida? quizá en ¿esperar que la muerte se demore en encontrarnos?, ¿en escuchar las invitaciones que nos hace el sentido común para preservar nuestra permanencia en el planeta? o ¿en no dejar que la muerte nos sorprenda y tomar la decisión de acabar con todo? quizá es este el único acto de libertad.

Lo más probable es que el subconsciente nos lleve a acortar nuestros días en la tierra, dicho de otra forma, nuestro propósito de vida es morir y si miramos hacia el mundo encontramos que la medicina lucha para incrementar la expectativa de vida, para ofrecer alternativas para lucir más jóvenes, pero cada intervención quirúrgica tiene un riesgo en si misma, es una a puesta a vivir más o morir más rápido, a lucir mejor o a lucir embalsamado.

Por otro lado la adicción a la adrenalina se volvió un negocio lucrativo, motociclismo, parapentismo, alpinismo, rafting, rappel, bungee junping, puenting, wakeboard, etc., etc., etc., nos acercan más a la muerte, esto comparado con los juegos de antes como el parques o el ajedrez indiscutiblemente tiene un riesgo mayor, los carros cada vez son más rápidos, las motos igual, lo que de una u otra manera nos expone más a la muerte.

Si a lo anterior le sumamos un mundo plagado de publicidad con carros lujosos, juguetes electrónicos, lugares paradisiacos para vacacionar y en donde cada valla tiene hombres perfectos y exitosos con mujeres sensuales y hermosas, ¿qué podemos esperar que nuestra viada sea?.

Seguramente una búsqueda de la perfección corporal y del éxito económico, para esto seguramente será necesario enriquecer la hoja de vida o las partes adiposas del cuerpo con implantes de silicona.

Queda otra alternativa, luchar contra la corriente, convertirse en un ser ajeno a los placeres de la carne, renunciar al tabaco al alcohol y a cualquier sustancia química que estimule la generación de dopamina. Ponerse un hábito blanco vender incienso y renegar del mundo, pedirle a un ser superior que perdone a los que no saben que la felicidad esta en las sandalias el hábito, el ayuno, el celibato y en general en el desprendimiento de lo accesorio (todo lo que cueste más de mil pesos). No hay nada más gratificante para un ser espiritual que caminar bajo la lluvia a ocho grados centígrados con el cuerpo medio desnudo y humillar con una mirada de felicidad al conductor de un Mercedes Benz clase CL del año que al pasar lo salpica de barro en la cara.

Me acuerdo tanto de aquel tango que dice “la vida fue y será una porquería ya lo sé” bueno por qué no atendemos los sabios mensajes que trae el folclor popular y por el contrario queremos darnos cuenta por nuestras propias experiencias de lo que otros nos vienen diciendo.

¿Por qué querer parecer felices? porqué la exagerada alegría cuando compran algo, cuando se emborrachan, cuando se muere el enemigo, cuando viajan a crédito y ven todo como una película que pasa a millón.

¿Cuál es la diferencia entre un circo y la vida? creo que la única es que los disfraces del circo son más bonitos, que los payasos realmente sabemos que fingen su risa, que la mujer barbuda lo único fenomenal que hizo fue dejar de hacerse la cera, que los animales no están disfrazados de hombres y que el hombre de dos cabezas piensa igual que uno con una pequeña.

Las personas exitosas son las personas de retos, que sacrifican algo por el éxito y lo voy a dejar hasta ahí, porque si hablo del éxito podría no parar de analizar miles de casos para terminar concluyendo que el éxito no existe y no existe por culpa del desorden entre Eva, la culebra y Adán, nos condenaron a trabajar y realmente es una condena, nadie lo quiere hacer por placer, todos cobramos y todos creemos que merecemos mejor remuneración, es natural, es la maldición del paraíso, el éxito sería no trabajar pero ni siquiera lo podemos contemplar con claridad.

Luego de este corto escrito motivacional los invito a seguir trabajando como hormigas para que sigan gastando como locos, finjan felicidad como los payasos y se sientan exitosos, digo se sientan porque la mayoría de sus conocidos son tan envidiosos que los ven como unos perdedores.

Dice el dicho popular “uno se mure y nada se lleva”, seguramente estamos apegados a mil cosas y a todo lo que nos ofrece este mundo terrenal, que entre otras particularidades lo que ofrece lo cobra, quizá en otra dimensión podamos vivir gratis y sin trabajar.

Espero que estas palabras los ayuden a reflexionar y a llevar la vejez con dignidad, con orgullo, porque son señales claras de que cada vez más se acercan al mundo donde todo es gratis.

6 de junio de 2011

Un misterio sin resolver, sin revolver pero con revólver

La televisión por cable está llena de programas sobre mujeres asesinas, parejas peligrosas, esclavas sexuales, narcotraficantes, tratantes de personas, estafadores, psicopatas, los canales de farándula se dedican a infidelidades y en general es fácil encontrar que sobre cualquier delito o falta a la moral hacen un programa.
 Sociopatía X
Los programas anteriores se basan en historias “reales” ¿qué tan reales? –no lo sé- creo que solo tengo certeza cuando se refieren a la realeza. Pero no hace falta ver estos programas para darnos cuenta de la realidad, los noticieros nos muestran lo mismo, el campesino que violaba a sus hijas, Luis Alfredo Garavito denominado El monstruo de los Andes, la guerrilla, los políticos corruptos, los delincuentes que se hacen pasar por contratistas del estado, la Bacrim, las infidelidades de los famosos en las notas de farándula y en general todo lo que nos muestran es lo mismo.

Una característica de todos estos hombres y mujeres equivocados, delincuentes, desquiciados, perdidos, mal nacidos o como cada quien los quiera llamar es que son seres humanos con familia y muchos de ellos con posibilidades suficientes para hacer las cosas bien y no caer en infidelidades, estafas, hurtos, violaciones, asesinatos, etc., que adicional a dañar a otras personas fundamentalmente los dañan a ellos, son señalados, odiados, perseguidos y en muchos casos terminan perdiendo sus vidas.

Lo interesante del tema es que pareciera que cada acto impropio dependiendo de su gravedad pone en menor o mayor riesgo la vida, pero a través de la historia encontramos los crímenes pasionales, el concepto << ira e intenso dolor >> ha ido cambiando porque inclusive, hace algunos años, un hombre que encontraba a su cónyuge siéndole infiel podía matarla y matar a su amante utilizando este argumento y salía libre.

Hoy por fortuna las cosas legales han cambiado, pero los crímenes pasionales no, por ende las infidelidades no, ¿Qué le impide a una persona romper una relación y comenzar otra sin engañar a nadie?, ¿Qué le impide a una persona engañada detenerse a pensar y no salir a matar a quien la engaña?, ¿Qué le impide a una persona engañada –que no es capaz de matar- hacer una separación digna, sin pensar en quitarle hasta el amante a la otra?.

Utilicé el ejemplo más simple para tratar mirar que hasta en los más sencillo hay un factor invisible que les impide a algunos hombres hacer las cosas bien. ¿Por qué hombres brillantes y admirados mandan a perseguir, espiar y hostigar a sus contradictores políticos?, ¿Por qué empresarios reconocidos sobornan?, ¿Por qué buenos empleados roban a sus empresas?, ¿Por qué ganaderos se vuelven paramilitares y masacran?, ¿Por qué hay malditos violadores? … ¿qué satisfacción puede traer el dolor de otro’.

Por qué los programas internacionales, los nacionales y los noticieros están llenos de tanta escremento, ¿nos gusta verlo?, yo no creería, ¿tememos a nuestra propia realidad? –en mi caso si-  porque en el fondo pienso que esa realidad quizá me pueda tocar, situaciones que nos puedan llevar a ser los protagonistas de una película de venganza, como las que encontramos en los mismo canales de siempre: un padre buscando a un hijo secuestrado, una mujer buscando el asesino de su novio, ¿quién sabe si le tocará? –creo que nadie-  pero lo que si es cierto es que estas cosas pasan y más frecuente de lo que nosotros pensamos.

Investigando un poco me encontré con una patología psiquiátrica denominada TPA (Trastorno de personalidad antisocial) que de alguna manera puede explicar el fenómeno, seguramente la infidelidad no cabe dentro de una sociopatía y creo que no habría porqué, salvo por el daño que esta puede llegar a causar y las reacciones que produce en personas incapaces de controlar o canalizar sus emociones, es decir, una infidelidad puede despertar de su letargo a un psicópata en potencia.   De hecho, estoy seguro de que la infidelidad no es un delito, hace unos tres meses escribí Cuasi en defensa de los Infieles  donde explico desde mi pobre punto de vista  las causas del fenómeno, sin embargo al final  no termino excusando la práctica por el simple hecho de que el ser humano tiene la capacidad de decidir.

Pero volviendo al tema del TPA, no entiendo como el Estado no se preocupa por hacer campañas preventivas para que desde los colegios se puedan determinar este tipo de tendencias y así poder tratar a los jóvenes oportunamente y evitar que se vuelvan unos delincuentes en la edad adulta.

Creo que los choques eléctricos, los tranquilizantes, las lobotomías y de más prácticas arcaicas estigmatizaron la psiquiatría y estamos rodeados de individuos con dificultades, escuche en algún noticiero que en Antioquia un estudio habla de un 25% de la población de este departamento presenta algún tipo de trastorno psíquico, pero todavía, en pleno siglo XXI, el hecho de ir a un psiquiatra es visto como el primer paso hacia un manicomio y no como una alternativa para mejorar la calidad de vida.

En ese sentido nos falta mucho como sociedad y creo que bien valdría la pena que los fenómenos delincuenciales fueran mirados también como un problema de salud pública, no solo como un fenómeno social. Es hora de analizar si la sociedad corrompe a los ciudadanos y los convierte en delincuentes o si también hay un ingrediente psicológico que los hace propensos a este tipo de comportamientos.

Recordemos, que en general los ladrones de cuello blanco, no lo hacen por necesidad.

21 de marzo de 2011

Creatividad e Innovación Empresarial


En el ámbito empresarial está muy de moda hablar de creatividad o de innovación, cuando en realidad, el debate se debería dar entorno a  la necesidad que hay de hacer las cosas diferentes, fundamentalmente porque cada vez hay más personas y en una economía de mercado la competencia no se detiene a pensar en el momento de acabar con su inmediato rival.
Bs As 33
Cuando se habla de competencia muchas personas se imaginan la lucha entre corporaciones, pero la competencia es cada vez más dura entre empleados, básicamente porque cada quién se esfuerza por acceder a un mejor “nivel de vida” o quizá -dentro de una perspectiva mediocre- solo luchan por no hacer parte del grupo de los desempleados.

Como se puede observar, el solo ejercicio de oferta y demanda es  tensionante. Las grandes empresas reconocen a sus ejecutivos por sus resultados –algo que comparto plenamente- y en la búsqueda de esos resultandos -en muchas ocasiones- generan al interior de sus equipos de trabajo una tensión adicional.

Qué diferencia a los altos ejecutivos del resto de empleados, ¿su nivel de creatividad?, creería que no, yo soy de los que pienso que el factor clave radica en el hecho de, tener un mayor nivel de información, de la mano de una dosis importante tiempo para atar los diferentes cabos de las distintas ideas, que al final terminan tejiendo una gran red, la cual luce como una única brillante idea.

No se trata de demeritar al común de los grandes ejecutivos, seguramente todos además de la información y el tiempo, cuentan con un IQ importante, una inteligencia emocional suficiente para su cargo, seguramente gozarán también de ciertas características psiquiátricas que quizá les permitan tener un pensamiento lateral más marcado que el vertical. En muchos casos todas estas “bendiciones” van en detrimento de su mundo interno, el cual puede resultar ser un infierno.

Seguramente hay muchos CEOs creativos, realmente creativos, hago énfasis porque la resolución sistemática de problemas requiere de ingenio y obliga a buscar diferentes soluciones, pero eso no significa CREAR, porque crear en la primera acepción de la Real Academia Española se define como: Producir algo de la nada.
Crear una nueva categoría en un mercado específico, definitivamente es crear, un CEO creativo es Steve Jobs, pero el ejemplo logístico -del que tanto se habla- en el que Tommy Hilfiger, en un momento de la historia, al ver el retraso en el ingreso de sus productos a Estados Unidos porque la aduana estaba dando prioridad al ingreso de alimentos perecederos, optó por enviar sus productos en contenedores refrigerados,  esto para mí no tiene nada de creativo, simplemente uso de forma, poco ortodoxa, una alternativa de transporte que tenía. Yo realmente el caso no sé si sea cierto, siempre me ha costado un poco de trabajo creerlo, pero igual, no fui yo el que me lo inventé, mi creatividad no da para tanto.

Creo que el ejemplo anterior me ayuda a concluir, buscar soluciones inteligentes, quizá pueda ubicar a las personas en el rango de inteligentes y recursivos pero no de Creativos.

Creativos, por ejemplo, son los que se inventaron la Biblia y las religiones alrededor de ella, la prueba de carbono catorce definitivamente confirma su inventiva, Da Vinci es un creativo único, es tal el reconocimiento que tiene que hasta lo han señalado de ser el creador del Sudario de Turín.

Pero a quien se le ocurre que la creatividad, la verdadera creatividad, es el resultado de la presión y no de la inspiración. Es el resultado de la necesidad económica y no de la satisfacción personal.

Si nos vamos a la historia la mayoría de creativos, los llamados inventores o artistas, crearon bajo su propia cuenta y riesgo, luego trataban de vender sus creaciones, yo no me imagino a Graham Bell, Edison, Ford o quizá a García Márquez, JK Rowlin, etc., recibiendo una instrucción como “Para finales de marzo está programado el lanzamiento, usted haga lo que tenga que hacer, pero tenga claro que de eso depende su permanencia en esta compañía”.

El proceso creativo no funciona así, no funciona bajo presión y no funciona trabajando de ocho de la mañana a seis de la tarde, mientras esa mentalidad no cambie y las empresas no lo entiendan, seguirán demandando procesos creativos y como respuesta a eso obtendrán soluciones recursivas, inteligentes y rentables, pero que difícilmente trascenderán en la historia.

El resultado de la creatividad debe ser una obra de arte, un carro, un bombillo, un iPad, Cien Años de Soledad, Harry Potter, pero nunca será enviar Blue Jeans en un contenedor refrigerado.

Cuántos creativos no habrá por ahí desperdiciados, nadando contra la corriente e indigestándose con sus ideas…

13 de marzo de 2011

Maremágnum


Lo divertido de tener un blog es que uno puede escribir cuando se le antoja, no hay ningún compromiso editorial, no hay ninguna obligación contractual ni nada similar. Simplemente es un ejercicio personal, tan personal como satisfacer una necesidad fisiológica.

Llevaba seis meses sin escribir y no pasó nada, solo que las ideas cambian, ahora mis intereses políticos se han ido esfumando en la medida que tenemos un presidente tibio que está haciendo su trabajo medianamente bien y  del al alcalde de Bogotá no hay mucho que decir, solo que no lo veo tan moreno como rucio.

Por eso voy a optar por volver a mi viejo estilo que me traía tantos seguidores, llegué a tener tantos que en un mes superé las tres visitas –tiempos aquellos-pero desde que me entregué a los temas políticos se acabaron las visitas y las intensiones de la gente por comentar -porque obviamente no comentaban-  como buenos latinoamericanos se quedaban en las intensiones.

Pero voy a recuperar todo el tiempo perdido, voy a volver a escribir las mismas reflexiones inocuas que en un principio me acompañaron, no lo hago para entretenerlos sino para entretenerme, pero como usualmente esas reflexiones traen un componente humano y muy personal, seguramente muchos lucharan contra su morbo interno pero terminarán siendo vencidos, sucumbirán como una cucaracha ante el implacable peso de una chancleta, y leerán mis anécdotas poco interesantes, las cuales en muchas ocasiones tienen un toque de fantasía, solo un toque.

Yo he sido un rebelde y siempre he creído que con causa, pero ante mi rebeldía la vida me recuerda que ella es la que manda, de mis cuatro años de aventuras empresariales aprendí dos cosas importantes,  la primera fue la forma de descapitalizarme y la segunda como endeudarme.

Pensé que lo malo debería traer algo bueno, por lo que decidí  estructurar una oferta de capacitación compuesta por dos módulos, el primero titulado “cómo endeudarse tan rápido como se descapitalizó” y el segundo “El carrusel de los créditos: cómo pagar deudas con créditos más costosos” a pesar de hacer énfasis en mi experiencia y  en que mi conocimiento no  era simplemente teórico… no encontré ninguna persona interesada, fundamentalmente porque a las personas les gusta oír lo contrario “Visualización creativa”, “Éxito cuántico” etc., es decir,  todo lo que implique resultados rápidos y que el único trabajo se limite a desear, esos libros si los compran sin importarles que en la ruta hacia el fracaso mi programa de capacitación sea tan efectivo como esos otros.

Sin embargo, disfruté mucho esos años –mi esposa no tanto- de hecho tuve la fortuna de ser papá y de comenzar a escribir este blog, me sirvió para entender que mi mente y mi vida son, y seguirán siendo un maremágnum.

Por fortuna hoy, mi esposa y yo hoy hacemos parte de los colombianos que tienen empleo, hacemos lo que nos gusta, bueno a ella le gusta lo que hace, yo si tengo algunas observaciones con respecto a lo que hago, no tanto en términos de fondo como de forma.

A mí, por ejemplo,  nunca me ha gustado cumplir horarios, entonces decidí no cumplirlos y no me importa lo que piensen en mi empresa, el horario es de ocho de la mañana a seis de la tarde, pero yo llego antes de las siete de las mañana y me voy después de las siete de la noche, finalmente todo tiene solución y encontré la mejor forma de romper sus reglas. Yo preferiría trabajar algunos días desde la casa porque me rinde mucho más, pero como eso tampoco es una  alternativa, lo pensé muchos y me dije “Santiago hay que trabajar desde la casa y usted sabe que  puede romper paradigmas” fue así como decidí trabajar desde la casa los sábados y domingos.

Poco a poco voy encontrando nuevamente el equilibrio, volví a jugar futbol después de muchos años y eso me oxigena el cerebro, creo que voy a poder pensar un poco más en ideas brillantes como las anteriores, que convirtieron los ahorros en deudas ¡que poder de transformación!

Lo importante para mi hoy después de mi familia y el trabajo, es poder retomar este espacio,  así como el de la Revista Claroscuro en la cual ya volví a escribir y aspiro dejar de un lado las fotos  del Blackberry y reconciliarme con la cámara.

Por último y apropósito de lo que escribí, no quiero despedirme sin antes explicarle -a los que no sepan-  que es  un Blackberry, es un dispositivo de bolsillo que reúne funcionalidades de comunicación (voz y datos) y multimedia creado por una empresa canadiense llamada RIM y utilizado por las compañías como un mecanismo para generar sentido de pertenencia en sus empleados,  sobre todo en aquellos que cumplen horario de lunes a viernes de ocho de la mañana a seis de la tarde.

Un empleado estricto en el cumplimiento de su horario entiende la importancia de equilibrar la vida laborar con la personal, por lo tanto cada vez que está en una rumba y saca del bolsillo su Blackberry para tomar una foto, recuerda de donde proviene el dinero que paga el licor que está consumiendo y de ahí que lo haga con moderación, para evitar llegar a la beodez y correr el riesgo de llamar a su jefe a las tres de la mañana del domingo a decirle lo mucho que lo quiere o simplemente mandarle una foto por el chat mostrándole la forma en que se ve caído de la borrachera.

El Blackberry no solo vino para comunicarnos sino para fortalecer ese vinculo empleado-compañía que cada vez debe ser más sólido, además nos protege y nos permite guardar recuerdos increíbles, la foto que acompaña este post evidencia uno de esos momento maravillosos que no solo quedan nuestra memoria sino en la microSD de nuestro teléfono inteligente.