25 de septiembre de 2008
Los colombianos de hoy.
Se puso de moda en Colombia decir soy: Agnóstico, Anárquico o Ateo, la juventud se lleno de una cantidad de fanáticos de corrientes filosóficas que no entiende y mucho menos analizan, pero lo único que de manera general entienden es que deben ir en contra de dios, del establecimiento, del estado o de cualquier orden y eso de alguna manera lo que me hace pensar es que el caos puede ser una buena alternativa para ellos. Seguramente el Yin & Yan justificará cualquier acto que transgreda el orden social en función del equilibrio universal, cada uno por su lado, haciendo lo que se le da la gana sin pensar en que existe una sociedad, por eso quizá también serán asociales, ojala que no salga algún genio de estos filósofos de hoy que de filosofar no tienen idea alguna, es más, el sentido común no los acompaña, no los toca ni por accidente, mañana podrán llegar a inventarse una corriente filosófica como el “aseñalismo” y creen la escuela de los aseñalistas de tráfico, lo que etimológicamente sería algo como: del prefijo griego αν (an), "privado de" y del latín signum, “marca” y considerarán innecesarias y alienantes las señales de tránsito.
Creo que estamos abocados a tener que soportar a esta nueva generación que adicionalmente a lo que ya hemos tratado ven a Colombia como un país sin futuro, ellos entre tanto van atravesando por el desierto del inconformismo permanente, donde nada sirve y todo falta, la generación de los pesimistas, la de los deseos insatisfechos, que no entienden que simplemente nacieron en una sociedad de consumo que no logran descifrar y que no solo los hace sufrir por la cantidad de cosas que no alcanzan a tener, pero por la misma dinámica del mercado no logran ver que son cosas innecesarias y que siempre la oferta superará su realidad, siempre habrá algo nuevo, en solo dos años la tecnología vuelve todos los “gadgets” obsoletos en el mejor de los caos y en términos de la moda es peor, pobres niñas anoréxicas o bulímicas que no saben el por qué quieren ser más flacas.
Y es tal la insatisfacción que la economía nunca es buena, ni la del país, ni la de ellos, viven en una cultura copiada donde creen que el crédito es la panacea y viven al debe, sin tener nada y ante cualquier tropiezo se les derrumba su castillo de naipes.
Es una generación, que se mezcla hábilmente entre el bohemio sin bohemia, el Yuppie sin profesión que vive del papá, el músico sin musa, pero felices de sus análisis socio políticos que se resume en “estamos jodidos en este país güevon”.
Finalmente estamos en un momento donde estas personas serán las que definan quien será el próximo presidente de esta país, todos ellos con su razón muy arraigada, esa razón que a algunos no les deja ver lo benéfico que ha resultado Uribe para el país y a otros no los deja ver lo nocivo que puede llegar a ser. Colombia está polarizada, simplemente se resumen los colombianos en uribistas y los opositores, con argumentos pobres de lado y lado unos en contra de Uribe se basan en una frase profunda “Uribe es Paraco”, yo personalmente prefiero un paraco con sus secuaces en EE.UU. en la cárcel, con desmovilizados, con armas entregadas, sin masacres como las que vimos, sangrientas con moto- sierras o con sus otros secuaces investigados, detenidos, sin embargo, eso no vale en este país, muchos ven a Uribe con un mal peor que la guerrilla, la de las bombas, las minas anti-personas, etc., finalmente, como el mismo Uribe lo dice perpetuarse en el poder es nocivo y más cuando lo vemos tan beligerante con la Corte Suprema, con los periodistas y con cualquiera que se atreva a controvertirlo.
Que vamos a hacer con esta juventud, con este país que cambio al Divino Niño por Uribe y a otros que sin argumentos simplemente se oponen a todo, en este caso al Divino Niño.
No veo como.
Que dios nos perdone.
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