1 de febrero de 2010

Que locura...

Algunas personas me han preguntado el por qué dejé de publicar posts en este blog. He tratado de encontrar una respuesta concluyente que no se escabulla entre falta de tiempo o problemas psiquiátricos y que adicionalmente no deje espacios para la imaginación o para la mala interpretación.

Fundamentalmente, el gran alto en el camino, lo hice al encontrar que quizá yo hago parte de lo que odio o de lo que no me gusta. No me gustan los post de la gente que cuenta su vida como si fuera un diario y al final no se puede concluir nada, es decir, historias de un aburrido en un bus, de una niña que el novio la dejo por su mejor amigo, el que conoció a el amor de su vida en un bar y de bajada lo dejó sin un peso, etc., etc., etc.. Los que odio son los que odian, critican a los políticos, a los escritores, a los cineastas, a los columnistas, etc., etc., etc., y estos críticos son unos buenos para nada, solo critican, claro está que soy tolerante con los que esgrimen  argumentos que aunque pueda que no los comparta, son validos, pero estos lloroncillos de tiempo completo que solo dicen babosadas fundamentadas en su miope visión o en su terrible mal gusto me causan escozor.  

Fue así como revisé mis posts y encontré que en un porcentaje alto yo me plateé un propósito, en algunos impedir que como borregos los colombinos llevados por su ignorancia votaran el referendo y luego que los más ignorantes votaran por “el del presidente” el precandidato Arias que votar por él y votar por  Moreno de Caro no hay mayor diferencia de fondo. En otros casos quise concientizar a la gente sobre la falta de urbanidad en los centros comerciales, en los parqueaderos, en los supermercados, también les mostré en un espejo con manejaban de mal con el fin de que mejoraran su conducción y al no lograr nada con esto decidí divertirme con algunas burlas inofensivas.

Igual no puede encontrar respuestas a las preguntas que me inquietaban como ¿por qué la gente no hace lo que debe hacer? y ¿por qué la gente se queja recurrentemente y no hace nada productivo?, y ¿por qué los que gozan de habilidades especiales no las disfrutan, cultivan  y proyectan?

Entonces, para evitar caer en lo mismo y para evitar lucir como uno más de los mismos que nada me gustan hice un alto en el camino y definitivamente hoy el periódico El Tiempo me ayudo a encontrar la respuesta, yo ya había encontrado información que me hacía pensar que tenía parte de la respuesta, pero no me atreví a escribirla porque seguro un genio analista de los que no proponen nada me iba a decir “Que estupidez”.

Definitivamente he podido concluir que proponer algún tipo de tesis para muchos es estúpido, lo inteligente es repetir y para algunos intelectualoides lo inteligente es apoyar tesis de otros, entonces, para evitar la frustración que me causan esos comentarios me abstuve, pero hoy al leer El Tiempo sentí que un titulo me llamaba – Una Cesión de Locura –   hablaba sobre una charla de un psiquiatra de nombre Luis Méndez sobre literatura en el marco del IV Carnaval de las artes en Barranquilla.

Finalmente el articulo (que les sugiero leer) muestra como la locura o problemas mentales han hecho parte activa de la creación de grandes obras literarias, si leen un poco más en internet o consultan un psiquiatra, encontraran que en diferentes áreas de las artes e inclusive de la industria muchos de los más reconocidos protagonistas padecen o padecieron problemas psiquiátricos.

Al lograr concluir esto y no encontrar respuestas a otras preguntas y análisis que desde niño me persiguen saqué dos conclusiones: la primera es que los grandes creadores, los grandes soñadores viven una vida de mierda y sus obras las disfrutan otros porque el mundo en el que viven difícilmente les ayuda a estar felices y en paz, podemos entonces concluir que una persona sana mentalmente puede criticar y difícilmente propondrá cosas extraordinarias.  La segunda conclusión es que si yo no puedo proponer cosas extraordinarias y tampoco ordinarias; me niego a criticar si argumentos y no encuentro respuestas satisfactorias a muchas inquietudes, lo sano es visitar un psiquiatra y mantenerlos al tanto de lo que sucede conmigo.

Luego del psiquiatra seguro todo cambiará y por eso es mejor abrir un nuevo espacio para el después de, es decir, que tal que sea el mesías de alguna religión que desconozco y sea eso lo que me tiene tan inquieto.

Bueno, no voy a eliminar el Blog, pero hasta hoy escribo acá, quizá les deje una nota de mi nueva dirección o quizá no quiera saber más de ustedes. Si no nos vemos más, nos escribimos, fue un placer contar con sus buenos y malos comentarios, por momentos sentí que ahí estaban y que contaba con ustedes, esperemos que con la psicoterapia no desaparezcan, ja,ja,ja…

Suerte.