31 de diciembre de 2014

¿Por qué no disfruto la fiesta de año nuevo?


Un año que viene y otro que se va -dice la canción- nos educaron para que pensáramos que cada 31 de diciembre algo termina, como por arte de magia a las 11:59 p.m. sentimos la muerte del año viejo y 60 segundos después nos llenamos de emoción y de motivos para celebrar porque se le da inicio a un nuevo calendario el cual no es más que un pedazo de cartón regalado por alguna marca conocida, el cual, dependiendo del mercado objetivo, acompaña a los meses con futbolistas, ciclistas, paisajes, productos o en el mejor de los casos con hembras semidesnudas.
Pero ojala el año nuevo solo viniera con un cartón de 12 meses, pero no, trae algo más particular los agüeros que son lo más superfluo de la celebración, mientras la gente está llena de sentimientos unos de tristeza por haber tenido un mal año y otros de felicidad por sus logros, los agüeros son totalmente materialistas darle la vuelta a la manzana con maletas para tener viajes, champaña, dólares, lentejas y muchas otras cositas como el cucosuerteamarillo son los puentes que van al final del arco iris donde hay un tesoro que solo tiene fajos de billetes.
 Luego de los deseos vienen los propósitos y estos son bajar de peso (sin hacer ejercicio preferiblemente), lograr un asenso en el trabajo (sin hacer cosas extraordinarias preferiblemente), lograr graduarse de un posgrado (sin estudiar preferiblemente) y así son todos, lograr cosas sin esfuerzo gracias a un mantra súper poderoso “este año si”.
Yo creo que la navidad y el fin de año con lo que implican son una muestra de cómo nos educaron, en 15 días nos volvemos bondadosos, lucimos hermosos alrededor de un árbol todos en familia, los hombres infieles se vuelven fieles, las mujeres hipócritas se vuelven honestas, los malos hijos se vuelven considerados y los hermanos díscolos encuentran un motivo para reconciliarse con el mundo… solo mientras se emborrachan y acaban sacando a florecer lo que son.
Las redes sociales se convierten en la vitrina de la felicidad y me parece muy chévere, dejan descansar a Santos a Uribe, a Petro y sus mamás (las de ellos), todo es amor, todo es alegría, nada funciona mal y es ahí cuando entiendo lo que significa la magia de la navidad.
Me gustaría verlo así,  lograr pedir deseos y tener propósitos tan materiales como plata, viajes, grados, belleza, etc.. Algo que si me llama la atención es que de enero a noviembre los muros de Facebook tiene solo tres temáticas la primera y más común el odio una crítica destructiva a los políticos, a las otras religiones o a la cultura ajena; el segundo tema es el amor al estilo Cohelo la lógica fácil del éxito a partir del amor al sacrificio y por último Hollywood Stars fiestas, viajes y cosas expuestas con el mejor filtro de Instagram.
 Teniendo en cuenta estás tres temáticas, creería yo que los mejores deseos y propósitos deberían estar enfocados a la tolerancia, inteligencia, criterio, mente abierta, amor sincero, generosidad, compasión y demás buenos sentimientos así se construye un mejor mundo, ese mundo que sueñan y que quieren pero que no se consigue a través del juicio nocivo y de los logros materiales.
Por mi lado seguiré sufriendo mi fin de año como de costumbre, haciendo la reflexión de por qué  hago propósitos tan jodidos de cumplir, cuando es más fácil montarse en el bus de los logros materiales que si se cumplen me convierten en un hombre exitoso y si no entonces puedo decir “la plata no lo es todo”,  “si no lo logré es por algo, el tiempo de Dios es perfecto” y  listo también es fácil decir “No se gana pero se goza” y mientras tanto puedo seguir atropellando con mi arrogancia.
Feliz año a todos y ojalá pidan un deseo adicional, ser mejores seres humanos, claro que en la revista TV y Novelas no salen las 10 cualidades de los mejores seres humanos pero no es tan difícil de deducirlos.

3 comentarios:

Santiago Sarmiento dijo...

Gracias por tu comentario y por ser la única fiel comentarista. Éxitos en tu 2015.

atomocartun dijo...

La religión aturde, Santiago. Siempre lo he dicho.
Es todavía más jodido ver que, a como dé lugar, todos esos propósito se les cumplen aunque sea en la mente: "no pude bajar los cinco kilos, pero este año -gracias a Dios- comí mejor que el año pasado". Y así se va yendo la gente: enero con las deudas de diciembre, febrero, marzo... y en septiembre vuelve la música de diciembre porque "este año se acabó".
Salir de la pobreza, definitivamente, es hoy algo completamente contrario a lo material.
Un saludo, todo bien Santiago.

Santiago Sarmiento dijo...

Andrés, sin duda, la pobreza es mental... y la decisión de cambiar es un maldito yugo.

Saludos y me alegra mucho verlo por acá. Ando enredado luego le cuento por lo que no he podido avanzar con lo que hablamos.