26 de febrero de 2009

Desbloquear, reiniciar (Ctrl + Alt + Del), cerrar (“X” arriba a la derecha) y volver a entrar o un simple Deshacer (Ctrl + Z), o un radical Format All


La madre que el que me conoce no me cree, no he podido, no encuentro la combinación adecuada, ¿qué se necesita?, por favor alguien que me ayude esto no es tan fácil como creía.

Tenemos diferentes formas de ver y hacer las cosas algunos usan la popular tecla Esc, pero yo no vine preparado para correr bajo Windows y menos Vista, desde que comencé a interactuar con los computadores el avance de estos ha sido total, yo comencé con un procesador 286 y con un sistema operativo DOS porque para ese entonces Windows 3.1 no era sistema operativo, no hablo de más características porque aquellos que hayan nacido en los 80s no van a creer las configuraciones de la época, pero para poner un simple ejemplo simple los dispositivos de almacenamiento de la época los llamados diskettes eran de un formato llamado 5 ¼ “ casi del tamaño media carta (y eso era lo que almacenaban prácticamente), 160 KB y luego avanzaron a los de doble densidad doble cara (DD) de 360 KB y el formato de 3 ½ fue una locura con una capacidad 1,44 MB DD, pero ahora podemos ver micro-SD de 8GB.

Todo ha pasado muy rápido, desde aquel lento procesador y monitor monocromático a los mini-laptops, pero cuando comienzo a ver cuál ha sido la evolución real de mi procesador interno encuentro que no avanza en la misma dirección, es decir, siempre vamos a querer mejores capacidades de almacenamiento, mayores velocidades de procesamiento, tamaños que permitan movilidad y conectividad a internet permanente lo que demanda mayores anchos de banda para poder acceder a contenidos multimedia o servicios on-line con mayor eficiencia. Eso es claro para todos.

Pero vuelvo a mi mismo problema, yo no puedo ni quiero ser más pequeño, sería absurdo querer ser más pequeño (más no se puede), pero, si quisiera tener una mejor capacidad de procesamiento, lamentablemente no tengo el algoritmo adecuadamente programado con un resultado lógico esperado, lo que hace que el proceso sea cíclico y quede en RAM poniendo lento el sistema y demorado el resultado, hay muchos resultados que se demoran años en darse.

Es así, como la vida se vuelve un ejercicio de prueba y error, primero porque no sabemos cuál es la meta; la mayoría de las personas la evalúan en términos del tener y es por eso que cuando a la gente le dicen que diga en donde quiere estar en 10 años, contesta “en 10 años quiero tener una casa grande, un carro grande, unos hijos grandes (que ya no jodan), una empresa grande…) y me imagino que también un culo grande para que les quepa todo eso, la exposición permanente a la publicidad en una economía de mercado lleva a que siempre queramos tener algo más y pensemos que los resultados de lo que ha sido nuestra vida se ven representados en el valor de lo que tenemos.

Algunos otros menos facilistas omitimos el tener y la evaluamos en términos del ser, es decir, en 10 años quiero seguir enamorado de la mamá de mi hija y que ella lo esté de mi también, quiero que mi hija sea una niña feliz, amorosa, sociable y que seamos una familia feliz y en armonía.

Eso si es jodido, porque somos una amalgama de experiencias vividas, buenas, no tan buenas, malas, pésimas, tenemos frustraciones, los más inteligentes no las tienen, se las metieron por el culo, bueno yo llamo frustraciones al hecho de tener sueños no cumplidos, uno le pregunta a la gente ¿Qué te hubiera gustado ser? Sin pensar en la plata ni en cómo sobrevivir y contestan cosas como: bailarina, cantante, futbolista, cocinero, filosofo, etc., entonces ¿por qué putas, estas de esclavo en esa empresa?, respuesta “no marica puro excentricismo… pues porque tengo que vivir de algo y además con este tumbao estaría bailando pero trompo”, pero si uno les pregunta que si alguna vez hicieron el intento de pensar en bailar como una posibilidad real, encontramos que el sueño comenzó desde los 5 años y a los 12 murió producto de una adolescencia llena de necesidades inexistentes, en la adolescencia se adolece de muchas cosas de hecho porque el cerebro no ha terminado de madurar y hay proceso fisiológicos que sacuden la psiquis de una forma terrible para muchos y para otros no tanto, sin embargo, es el entorno el que comienza a atacar los sueños de todos y se crea una masa crítica en función de la rebeldía sin sentido pero con un ingrediente fashion de dimensiones mayores o en el caso de clases menos favorecidas con un ingrediente mayor de resentimiento por ese desfavorecimiento que el destino tuvo con ellos y también por moda encuentran en la violencia un medio justo para encontrar la equidad, es decir, sueños rotos y casi que sin derecho a soñar

Ya las nuevas generaciones cuentan con padres con mentes más abiertas, que creen en el desarrollo psicosocial y de competencias de sus hijos y aportan en su desarrollo, hoy vemos que la mayoría de nuevos cantantes combinaron sus carreras con sus hobbies y ahora son artistas con una preparación universitaria en diferentes campos porque sus papás los medio apoyaron, “hágale mijo, pero estudie publicidad, comunicación social o administración por si le llega a cambiar la voz”, sin embargo, ahí van y eso está bien cada un sede un poco.

Pienso que la generación que hoy nace, será peligrosamente de artistas, porque son hijos de nosotros, los padres frustrados que queremos que nuestros hijos sean felices y hagan lo que se les dé la gana, que sueñen y luchen por sus sueños, no por los de los padres o por los de la sociedad global y muchos más cosmopolita que ofrece tanto contenido, de todo, que no deja tiempo suficiente para pensar.

Queremos, bueno me llene de emoción, quiero que sea una generación de libre pensadores y de personas realmente felices, libres de droga y de miedos, saludables pero no necesariamente libres de grasa y azúcares o bajos en calorías.

Pero también pienso que nosotros los que no tomamos el camino que queríamos, por lo que haya sido, tenemos tiempo de cambiar, asumiendo la responsabilidad de una vida con una familia, pero caminando hacia la felicidad y buscando un mundo mejor.

Claro que es jodidisimo, porque no encuentro la forma de reiniciarme, no hay algo para borrar todos los márgenes y rediseñar el impacto que ha tenido el pasado sobre mi presente, para modificar hábitos recurrentes de posiciones frente a algo, de reacciones y acciones, en fin, es un renacer, pero hecho a mano por un indescriptible e indescifrable ser humano, porque para descifrar hay que basarse en un cifrado, que en este caso no está dado.

Soñar es cosa de todos, pero hacer los sueños realidad es cosa de soñadores y lo difícil es romper con ese esquema porque estamos rodeados de gente alienada por su mundo interior que nos dicen “no sea soñador”, como si los grande éxitos de la historia no hubieran sido construidos por soñadores, carros que crecieron en cuartos sin puertas suficientemente grandes para sacarlos o 5 naciones libertadas por el sueño de un hombre humilde y sin muchos recursos, ninguno de esos casos son de personas que quisieron atesorar riqueza fueron de personas que tuvieron un sueño y lo quisieron cumplir, claro está que, las cosas llegan por añadidura, salvo que el sueño sea ser pobre y pasar hambre, el tener es un resultado inherente al desarrollo del ser, García Márquez obtuvo como resultado un Nobel, durmió en un parque en París por un sueño ¡escribir!, no por un Nobel que lo hiciera rico.

Pero cuando uno tiene un sueño que se llama felicidad hay que comenzar a quitar capas como a la cebolla y asumir las lágrimas que ese proceso deje en la medida que se avanza, pero que al final debe haber cortado todos los lazos que nos atan y nos impiden ver en qué, en dónde está y cómo es realmente la felicidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Definitivamente articulos como estos lo dejan a uno pensando; y no se porque es tan necesario que otra persona escriba algo para que finalmente nuestra mente se mueva un poco, y aunque lo grave no es que no pensemos,es que lo hacemos por un tiempo, y se nos vuelve olvidar a pensar. Muy buen articulo, me puso a revaluar mi vida.