28 de febrero de 2009

La madre que… no lo puedo creer.


En los primeros días de enero, cuando todavía no terminaba de acomodarme, claro está que creo que muchos de los que dicen conocerme creen que nunca me he acomodado, ni me acomodaré, pero ese es otro tema, voy a comenzar de nuevo, en enero estaba en Barranquilla (ciudad que amo y la cual me vio crecer, pero no en estatura) quedándome en la casa de mi hermana mientras veía donde podía meter las cosas de la oficina y de la casa, que solo unos días antes (principios de diciembre), estaban tranquilamente en la Carrera 15 con calle 104 en Bogotá y en Chía a 500 mts aproximadamente de la variante a Cota la que lleva a Andrés Carne de Res respectivamente, pero que ahora producto de un profundo análisis que nos tomó mucho tiempo, fue tanto que ahora no logro calcularlo exactamente si fueron dos o quizá tres días en total, estaban hacinados en una bodega en Soledad (segundo municipio del Atlántico, porque los enseres en realidad se acompañaban unos con otros) en metros cúbicos cuando ellos estaban acostumbrados a otra cosa, metros cuadrados con altura suficiente para desarrollarse libremente.

Nosotros necesitábamos urgentemente encontrar un lugar para ellos, las condiciones de hacinamiento y climáticas, los podrían hacer colapsar, como efectivamente sucedió, no supe si fue en la lucha incesante de lograr un lugar más seco y menos caluroso o por lo contrario si era mejor el más húmedo y soleado, pero ellos se deterioraron mucho en esa lucha. Algunas personas cercanas especularon malintencionadamente con el tema y dijeron que quizá fueron los que hicieron el trasteo Bogotá-Soledad, otros dijeron que fueron los trabajadores de la bodega o los que finalmente llevaron el trasteo a la nueva casa, nuca se sabrá la realidad, lo único que para mí es cierto, es que algo paso en esa bodega y ese secreto lo llevaran a la tumba cada uno de ellos, junto con los móviles de la desaparición forzada de la cabecera de la cama que compartía mi esposa conmigo, de la cual nunca supimos su paradero y yo estoy seguro que entre el sofá y la mesa de centro de la sala le hicieron algo; porque uno no puede faltar a la verdad y las personas de los trasteos como las de la bodega se veían muy honestas y amables. Finalmente el seguro no cubrió nada y alguien tenía que perder, claro está, una poltrona perdió un pedazo de paño, la mesa de centro perdió un pedazo de madera y la cama perdió la cabecera.

En esos días aprovechando lo lento que todo funcionaba en este país escribí mi primer artículo o como sea que defina para un blog, el cual denomine “Opiniones de mierda” y decía algo, hay que leerlo, pero en resumen hablaba del cambio de temática que iba a tener el blog, pasaron los días y no volví a escribir nada porque definitivamente había que organizar todo lo de la casa y mirar algunos asuntos menores que finalmente son los que nos permiten nutrirnos, descansar y darle una calidad de vida a Silvana (mi razón de vivir) y en paralelo iba reflexionando sobre si estaba cumpliendo con los propósitos de vida que nos trajeron a esta ciudad, de ahí que solo hasta esta semana volví a escribir y logré trasbocar dos artículos, que pienso se acercan al propósito planteado para 2009.

Con sorpresa vi que una de las referencias utilizadas en “Opiniones de Mierda” la cual era sobre el contador de visitantes ya no aplicaba, el puto contador se había jodido, lo que definitivamente confirma que el desuso daña las cosas, es decir, seguía siendo la caja de recuerdos, pero hoy estaba revisando el blog y me encontré con que “Opiniones de Mierda” tenía un comentario, de inmediato y sin antes leerlo entendí lo que había pasado, el contador de visitantes se confabuló con el modulo de comentarios para que no me enviara la notificación al E-mail con el comentario, todo transcurrió con normalidad hasta esta semana cuando el modulo de comentarios se percató de mi presencia cada vez más frecuente y en un momento no pudo soportar más la presión porque estaba seguro de que el contador me iba a decir lo sucedido, que había entrado alguien y que el modulo de comentarios había omitido reportármelo al E-mail con el único propósito de que yo no siguiera motivando las visitas al blog y así poder seguir teniendo una carga laboral menor, es así como en la madrugada del miércoles de ceniza aprovechado la complicidad del sueño pesado de todos los barranquilleros mamados de haber carnavaleado hasta el lunes y haber llorado todo el martes la muerte de Joselito Carnaval, decide ultimarlo de un solo hackeraso directo a el algoritmo que hasta ese momento lo mantenía vivo. Con el fin de no dejar huella de su delito inmediatamente borró los dos E-mails que yo tenía registrados para tal fin, para que yo creyera que lo que había pasado era que yo nunca le había dado guardar los cambios.

Pero lo que no alcanzó a hacer gracias a mi rápida reacción de abrir inmediatamente el comentario, fue borrarlo. Y la madre que… no lo puedo creer, había un comentario de un gran inspirador y quien con sus comentaros me ha motivado a seguir con este propósito sin propósito definido, pero que espero que con los años vaya definiendo su personalidad. Y para que se den cuenta que no estoy hablando mierda les recomiendo que visiten su blog http://jpimentelc.blogspot.com donde no solo encontraran lecturas agradables, interesantes e inteligentes sino también un material fotográfico excelente, realmente da envidia de la buena, yo hago un esfuerzo ni el hijueputa para ambientar mis artículos solo con fotos mías y trato que queden lo mejor posible, pero hoy después de algún tiempo volví a abrir el blog del que les estoy hablando y definitivamente las fotos que se encuentran no solo ambientan el texto, son tan buenas, que en muchos casos, son ellas la musa del autor.

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