8 de enero de 2009
Opiniones de Mierda
Últimamente no me han dado ganas de escribir nada, no logro conectar mis diez dedos con mi mente, por lo que me puse en la tarea de revisar haber que podía estar pasando y encontré que lo mejor era revisar el por qué había abierto este blog.
Este blog nació un día en el cual me encontré una caja llena de recuerdos y dentro de ellos algunos escritos de la niñez y la adolescencia y pensé (a veces lo logro) que en alguno de los trasteos que acompañan mi vida esa cajita se iba a perder y no quedaría ningún recuerdo, es decir, este blog pretendía ser mi cajita de recuerdos.
Sin embargo, encontré que mis ideas terminan transformándose en simples opiniones, en este blog lleno de lectores inexistentes, al cual le puse un contador para poder darme cuenta de lo intimo y privado que este espacio resulta ser. Es decir, tenía la certeza de que cumplía con el propósito inicial de intimo y por qué no “secreto” además de que me permitía tener la certeza de que fuera a donde fuera las ideas iban a estar ahí, el ciberespacio podrá albergar por mucho más tiempo y con una mejor calidad esa información.
Pero entonces ¿por qué no volvieron a venir a mi ideas que me inspiraran escribir algo?, la respuesta no llegó y decidí entrar a revisar que era lo último que había publicado y ¿qué encontré?… opiniones de mierda que por momentos vinieron y que poco intimas resultan ser, son simples, sin gracia y con un toqué alto de frustración teniendo en cuenta mi incapacidad de poder ver un mundo más acorde a lo que considero debe ser, carentes de sentimientos estos “artículos” dejaron de ser una bella idea, pera convertirse en una crítica más, absolutamente desesperanzadora, donde pocos pueden encontrar fe y donde solo se refleja un inconformismo con los inconformes, una crítica a los críticos un sinsabor porque son diestros o zurdos y no ambidiestros, donde el gris no existe y cada vez son más blancas o negras las ideas… pero eso me convierte en uno más, un tercer grupo, los de centro… donde el gris también es una posición aunque menos radical y menos excluyente, también critica, lo que también me incluye dentro de los críticos que no me gustan y me hace un juez que en la búsqueda del equilibrio de la balanza seguramente pierde el sentido de lo que significa vivir y ser feliz, que en ultimas debe ser lo mismo.
Ser feliz es un estado de conciencia superior, que requiere desechar lo que no sirve, sobre todo las ideas que no sirven, como por ejemplo estar criticando permanentemente la realidad o como diría yo, no se trata de criticar sino de analizar, lo que en términos prácticos es la misma mierda, la única diferencia es que la crítica se basa en un dedo índice señalando al otro mientras que un meñique, anular y corazón nos señalan a nosotros multiplicándonos la critica por tres; mientras que el análisis simplemente son dos manos abiertas sin mayor compromiso, lo que a algunos nos hace sentir mejor.
Finalmente este blog esta a mi forma de ver lleno de opiniones culas, como las de cualquier otro, pero tratando de buscar reflexiones que llamen a una conciliación en el centro.
Se acabaron las opiniones culas y como esta mierda no la lee nadie, retomaré mi estilo inicial el que nadie conoce y solo se encontraba en la caja de recuerdos, comenzaré sin temor un proceso de reflexión interior haber a donde me lleva.
Bueno con tristeza le digo a mis inexistentes seguidores de los artículos de opinión se acabaron y comienza un proceso interior que no se a donde me llevará o nos llevara.
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1 comentario:
Bueno no te des tan duro. Todo el mundo está opinando ¿Por qué coños no puede hacerlo uno tambien?
Blogger es gratis y lo permite. Además las opiniones son opiniones, y al que le parezcan triviales, simplonas o poco originales siempre tiene la opción de hacer click en la X y largarse.
Creo que nunca pasé por ese tipo de catarsis por las que tú estas pasando compadre porque mi blog nunca ha tenido ningún propósito claro o delimitado. Me gusta escribir de vez en cuando y ahí escribo. Si eso implica opinar, cagarla o criticar, pues lo hago. Punto.
Creo que a mi me tienden a gustar las cosas sin propósito, eso es lo que pasa.
Lo chistoso del paseo es que poco a poco la gente empezó a aparecerse y ahora tengo unos cuantos lectores habituales.
¿Raro no?
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