20 de junio de 2010

Error matemático: El 30% del Censo electoral es mayoría

Como si se tratará de un mal presagio, durante toda la jornada electoral de este 20 de junio el cielo colombiano permaneció nublado, no se contuvo y dejó caer todo su dolor en gotas de agua que más parecían lágrimas de desilusión.
Era tal la necesidad que tenía el cielo por manifestar su indignación, por lo que presentía que iba a suceder - en parte gracias a lo hecho por Uribe-  que a las ocho de la mañana durante las palabras del presidente logró estremecerse, de tal forma, que hizo salir un chorro de agua de la carpa que lo  protegía y así lo sancionó en nombre de los colombianos honestos por su ilegal intervención en política durante la campaña electoral.

Error Matemático

Durante la mañana se observo una baja asistencia a las urnas, el Ministro del Interior y de Justicia, señaló como posibles causas la lluvia y la transmisión de los partidos del mundial de futbol. Pero definitivamente era más fácil pensar que las causas se relacionaban con desilusión y desinterés. Desilusión de saber que los esfuerzos honestos y humildes no son populares en Colombia, es más importante el poder ególatra y la demagogia. Y desinterés, porque qué aliciente podían tener la mitad de los habitantes de Colombia que son pobres para salir a votar, si los habían convencido de que les quitarían los apoyos gubernamentales en caso de que votaran por un candidato diferente al recomendado por el presidente, ese presidente que los llevó a la pobreza en la que están  y que hoy selectivamente los compra con limosnas a las que denomina subsidios.
De 30 millones de ciudadanos aptos para votar solo el 30% eligió a Santos, es decir, decidieron por el 70% que se dividió entre los que votaron por Mockus, votaron en blanco o no fueron a votar. Sin embargo, para este caso las matemáticas no sirven y se debe decir que ganó la mayoría.
En este momento cualquier análisis sobre cómo será la gestión del nuevo presidente resulta una mera especulación, partiendo del hecho de que a Santos no se le puede creer todo lo que dice, la lógica nos invita a pensar que no va a haber cambios sustanciales con respecto a lo hecho por Uribe, siendo así las cosas resultará muy complejo llegar al fondo de casos como: AIS,  los falsos positivos, espionaje del DAS y en general las nuevas situaciones que se puedan presentar con relación a las componendas con un congreso que en un 80% es oficialista. Solo si el destino quisiera reivindicarse con este país, podríamos pensar que en algunos años los que hoy son orgullosamente aliados del electo presidente se conviertan en disidentes y dejen de “comer callados” denuncien y ejerzan un control político.
También se puede prever que se presente un conflicto entre Uribe y el nuevo mandatario, considerando que Uribe dejará de hacer parte del grupo de colombianos que tienen el poder suficiente para hacer lo que se les venga en gana y es posible que no esté muy dispuesto a aceptarlo dado el apoyo que le ha dado. Va ha ser una nueva etapa para Uribe que quizá le hará recordar la frase coloquial “cría cuervos y te sacarán los ojos”, para su infortunio no crió al hijo pródigo y por lo mismo él no es el padre indulgente y reflexivo que perdonará la deslealtad de su hijo. Seguramente en menos de un año tendremos una peleíta entre padre e hijo como “para alquilar balcón”.
No se trata de demeritar el triunfo de Santos, porque no tiene sentido, él ahora tiene la sartén por el mango,  por lo tanto deberá garantizar el cumplimiento de su programa y sus políticas de gobierno, dentro de lo más relevante deberá: no subir impuestos, incrementar el salario mínimo por encima del IPC, armonizar las relaciones con los otros poderes públicos, garantizar la meritocracia en la asignación de cargos públicos, reducir el desempleo en 2 millones de personas, formalizar el empleo a 500 mil más, incrementar la productividad nacional, acabar con la guerrilla y el narcotráfico, eliminar la corrupción en las entidades estatales y finalmente restablecer las relaciones tan deterioradas con Venezuela y Ecuador, solo por mencionar algunas.
Finalmente la posición del Partido Verde planteada por Mockus, en el discurso donde reconoció el triunfo de Santos, mantiene viva las esperanzas de los que votaron por él.  Un partido que está naciendo y que esperamos que madure y se fortalezca a través de la consecución de posiciones importantes de elección popular como curules en las asambleas y consejos, así como también a través del prometido control político que anuncio esta noche el excandidato. De estas elecciones quedo claro para el Partido Verde que con solo buenas ideas y buena fe, no se logra llegar a la presidencia. Serán cuatro años que servirán para mejorar los aspectos en los que fallaron, que son más relativos a la forma que al fondo, se necesita construir una imagen dogmatica porque es la que le gusta al común de los colombianos y dejar a un lado las prácticas a las que invita Descartes con su duda metódica, porque eso es interpretado como inseguridad y falta de carácter, en Colombia se elige al candidato que parece que  ”se las saben todas” y las que no se sabe, se las inventa.
El candidato ganador llamó a la “Unidad Nacional”, algo que es difícil de entender, la unidad la logra con los politiqueros, hoy tiene el 80% del congreso, sin embargo, la gente no está unida en torno a él, solo el 30% del electorado lo acompaña. La unidad nacional no deberá ser un discurso como el de hoy, deberá ser un compromiso por acabar con la brecha entre ricos y pobres, acabar con la concentración de la riqueza en un 10% de la población, crear oportunidades para el 50% de los colombianos pobres, para los 4 millones de desplazados y darle empleo al 14% de colombianos que hoy lo están buscando y no lo encuentra. Cuando logre eso podrá hablar de unidad, entre tanto, estaremos segmentados de esa forma.
Hoy con la mano en el corazón, quiero no tener la razón, quiero estar equivocado, quiero en cuatro años leer esto y decir “mi estupidez, no me dejaba ver al gran líder, al gran hombre honesto, al hombre justo, al salvador de mi patria, no me dejaba ver a ese hombre maravilloso que es  Juan Manuel Santos “
Si Dios existe que nos proteja, bueno y si existe ¿por qué se olvidó de nosotros?.

3 comentarios:

Gisela Favarolo dijo...

Realmente nadie pudo expresar tan bien la desigualdad que hoy viven los colombianos no solo politica y social sino el respeto a sus derechos como ciudadanos.
La manipulacion que el gobierno actual hizo con el pueblo dependiente de las migajas de un puñado de abusadores es asquerosa y vil.
Ojala exista Dios porque eso me da la esperanza de ver a estos pagar por el pecado mas grande en que puede incurrir el ser humano y aun más un politico: LA TRAICION A LA PATRIA.

Átomo dijo...

Ma decía mi novia que si solamente Santos saliera a votar y lo hiciera por él mismo, la constitución lo consagraría como ganador.
Para mí el error está en la democracia, no solamente porque las mayorías siempre se equivocan, sino porque en este país las mayorías siguen los medios y ven la realidad nacional como se las muestran. Esas son las mayorías, y hasta que no se solucione ese problema, seguiremos hablando de la poca efectividad de nuestro sistema electoral.

Saludos,

Tomáz.

Santiago Sarmiento Ortiz dijo...

Yo creo que el tema va más allá de los medios. Los medios en algunas escasas ocasiones informan, aunque generalmente opinan o desinforman suministrando solo datos parciales de la realidad.

El gran problema, creo yo, es que no hay suficiente educación para que la mayoría pueda entender eso, o entender cuando le están diciendo mentiras.

La idea es o educar a la mayoría o cambiar a los medios, dos tareas que veo casi imposibles de cumplir.

Saludos.