La máscara de lo trivial y cotidiano.

El 25 de septiembre de 2008 decidí comenzar a escribir en este espacio, solo como lo dije en otro post para tener una caja de recuerdos virtual, sin ningún tipo de expectativa.

Un poco lo que estaba buscando era quitarme esta máscara que desde hace muchos años me acompaña, la máscara de lo trivial y cotidiano.

Por diversos motivos que no vienen al caso describir, viví la niñez y la adolescencia con un gran vacío interior, porque no encontraba con quien hablar de las cosas que me inquietaban, recuerdo que hace 22 años llevaron al colegio un conferencista que habló sobre los problemas de la capa de ozono, inclusive hizo una referencia, que no se si hoy este vigente o rebatida, sobre el problema que generaba en la capa del ozono el metano producto de la digestión del ganado en Texas, algo que me pareció exagerado, pero sin dudas preocupante, llegué corriendo a la casa a decirle a mi mamá, que no podíamos seguir comprando productos en aerosol como: los desodorantes y la laca que ella usaba para el pelo, al ver mi preocupación por esto y mi insistencia para que ella entendiera, lo que hoy es claro para todos, sobre el efecto invernadero, decidió apoyar mi causa con una frase contundente, “no me interesa, yo voy a estar muerta cuando eso suceda”.

Son innumerables mis preocupaciones como esta, que finalmente solo tenía yo, en ese entonces, de hecho, el problema de esa época como el de hoy, es que el bien general no es de nadie, todos velan por el bien particular, lo que es de todos no es de nadie. Voy a utilizar el del medio ambiente que pienso es el que menos susceptibilidades genera.

A muchas personas les llama la atención que en mi casa haya más de una caneca de basura en la cocina y no entienden el por qué si la gran mayoría de los barranquilleros no reciclan, nosotros nos ponemos en ese trabajo, son esas mismas personas que no entienden en qué consiste ahorrar energía, creen que tener el aire acondicionado prendido todo el día y la noche para ponerse una chaqueta o una cobija es símbolo de estatus, es decir, creen que el que no lo hace es porque no puede pagar $1’500.000 de luz al mes, gracias a Dios que realmente hay un volumen alto de los que no lo podemos pagar, y solo lo utilizamos cuando hace, como decimos nosotros “culo e’ calor”, bueno, voy a aclarar lo del ahorro de energía porque hace poco hice un sondeo de opinión y la respuesta fue contundente, “hay que ahorrar energía, porque si no se acaba”, no realmente, el tema es que la mayor parte de generación de energía se producen en hidroeléctricas, pero, cuando estas son insuficientes se requiere generarla a través de termoeléctricas, estas funcionan por la combustión de combustibles fósiles como el petróleo y el meollo del asunto es que los combustibles fósiles son los que joden el medio ambiente, cuando el planeta era literalmente un infierno y el hombre no se asomaba por acá, porque las condiciones del clima no eran aptas, unos microorganismo se tardaron miles de años comiéndose toda esa mierda para cagarla miles de metros bajo tierra, ahora, los jeques, Chávez y hasta ustedes los accionistas de Ecopetrol, sacan de las entrañas de la tierra (ya entendieron el concepto de fósiles), toda esta mierda para que poco a poco el planeta la baya respirando, comiéndosela y digiriéndola hasta morir. Pero la mayoría dirá lo mismo que decía mi mamá hace 22 años (me demoré, pero ya no lo dice, ¿lo pensará?), “me importa un culo, yo no voy a estar vivo para verlo”, o sea, los hijos y los nietos de la mayoría no son una preocupación.

Pero, no nos tenemos que sentir aludidos, los más reflexivos e ignorantes de la economía mundial, no entienden, que porque en Estados Unidos los sigan utilizando y no detengan la producción de vampiros traga gasolina, no está bien hecho seguir envenenando el planeta. Son estos mismos los que están convencidos, de que si mañana, legalizan el suicido con cianuro en Estados Unidos, el cianuro deja de ser un veneno, para convertirse en un camino hacia la libertad.

Fue así, como hace unos años, decidí, hacer todo lo posible por colaborar con el bien general, nada de cátedras, campañas como las de Green Pace que casi nadie entiende, pensé, que lo mejor era el silencio y hacer, lo que podemos llamar dar ejemplo.

Pero hace poco, no podía contener la risa, al mirar a mi alrededor, había dejado de ser, el adolecente mama ron (como el ñato), el que pensaba que la mejor relación en la vida era pea de por medio peluche incluido, orgulloso de la ingesta de alcohol desmedida y de la promiscuidad relativa, tenía, por supuesto, bien puesta la puta mascara de lo trivial que en ese entonces era cotidiano, pero, era también la única forma de vivir y ser socialmente “normal”, mientras que sentía que los años se me escapaban por entre los dedos. Finalmente me convertí en un solitario, los amigos ya no eran cotidianos, ni el ron, el silencio era exterior, pero mi mente no paraba de decir maricadas.
Fue así, como desde enero, decidí, dar el cambio interior, dejar de pensar tantas maricadas, romper el silencio y simplemente utilizar este medio para ser yo, el otro yo, por eso, decidí no usar seudónimos y los que me conocen saben claramente que soy yo, algunos se sorprenderán, dirán, no puede ser, alguien debe estar escribiendo por él, pero como lo decía en algún post, yo nací, en la generación de los frustrados, a todos nos educaron, para trabajar y subsistir, pero no para vivir y ser felices.
Ahora encuentro acá, la mejor manera de escribir lo que mi mente no calla, sin la necesidad de aburrir a alguien, con los años, lo que aprendí, fue a hablar menos, por lo que pienso que los que me conocieron hace poco, dirán, con razón siempre estaba tan callado.

Pero, para mí, ha sido putamente grato, encontrarme con tantos que como yo, jugamos a ser, lo que no tuvimos los huevos para aventurarnos a hacer, cuando pudo haber sido el momento.
Por ahí, les seguiré contando mis cuitas y afujías, para ver, si finalmente podemos hacer masa crítica, por lo menos, hagamos algo por Barranquilla. Todo esto está con la etiqueta Barranquilla.