Como si se tratara de Odiseo, el presidente electo Juan Manuel Santos mandó a construir de forma inteligente un Caballo de Troya.
Un caballo de Troya a la criolla, era imposible construirlo solo con Epeo, era necesario tener decenas de serviles Epeos , quienes dentro de sus partidos políticos recogieran los materiales necesarios para la construcción de este majestuoso regalo, el cual Santos bautizó como “Gobierno de Unidad Nacional”.
La tradicional clase política colombiana sintió que al morir su Aquiles, que a diferencia del héroe griego, este se caracterizaba por dividir, polarizar e insultar, se abría la oportunidad de unirse todos en torno a Odiseo y acabar finalmente con los troyanos.
Hoy todos los políticos tradicionales -como soldados griegos- se han montando en el caballo. Están listos para derrotar a los troyanos, al igual que lo hicieron los griegos, pretenden, con un supuesto regalo, vencer a su enemigo.
A diferencia de los griegos, la estrategia de ahora no se basa en la fuerte creencia que tienen sus víctimas en los dioses, sino en su extremada ingenuidad y necesidad de escuchar un discurso de unidad, aunque en la práctica, no son más que griegos y troyanos.
Claramente el Caballo de Troya criollo no se ha terminado de construir, por lo tanto los troyanos solo creen, hasta ahora, que van a recibir un regalo, todo luce bien, pero llegará el momento en que las puertas se tendrán que abrir y se necesitarán derribar las paredes de la ciudad, para que entre el regalo.
Las puertas se abrirán con leyes inconvenientes pero populistas y los muros caerán cuando la popularidad del nuevo presidente supere el 60%. En ese momento el Caballo de Troya Criollo estará dentro de la ciudad para arrasarla, invadirla y destruirla.
A diferencia de los griegos de la época, a los colombianos de hoy no los caracteriza el patriotismo, la lealtad es selectiva, así como la honestidad y la ética. Por lo tanto lo mejor que le puede pasar a los troyanos de hoy, es que Santos, antes de cerrar el caballo, suba a Andrés Felipe Arias (Uribito se muere de ganas por estar en ese caballo); Sin embargo, Santos se ha caracterizado por su suspicacia y sabe lo inconveniente que resultaría la presencia de tan nefasto personajillo en su caballo.
Recordemos quien es Uribito. Personajillo que sobresalió por sus debates ramplones en el senado, en donde debatió mucho y se defendió con pocos argumentos, se caracterizó más por los ataques personales a la senadora ex liberal Cecilia Lopez; el tiempo finalmente le daría la razón a la senadora y Agro Ingreso Seguro demostraría la calaña del hoy ex ministro de agricultura. Fue pre-candidato conservador a la presidencia, compitió en su estilo ramplón contra una mujer, El hada Madrina Noemí fue la victima de sus ataques, en esa campaña dijo que respetaría los resultados de las votaciones, así perdiera por un solo voto; nunca se entendió a que se refería con “respetar los resultados”, porque fue él, quien por debajo minó al conservatismo, de ahí la pobre votación que tuvo la candidata conservadora en las elecciones. Ahora sin ser parlamentario, está interviniendo en asuntos que solo le corresponde a la dirección de partido en cabeza de Fernando Araujo. Uribito busca protagonismo a toda costa y solo es leal, como se puede evidenciar, con él mismo en su carrera por llegar, algún día, a la presidencia de la republica.
La pregunta que surge es, ¿qué puede pasar si Santos monta al caballo a Uribito?, por el talante de Uribito, se puede esperar que mine al santismo, que sea la piedra en el zapato que indisponga a Uribe (el original) en contra de Santos.
Santos dará motivos porque una vez en el poder, girará y dando un poco la espalda a Uribe, demostrará que por lo menos, la ramplonería, es algo que lo distancia de su ex jefe. Uribito estallará furioso, e intentará cumplir con su propósito papal, pero para ese entonces, su dios ya no será más que una deidad olvidada.
Siendo así las cosas, lo más probable es que Uribito sea el cáncer que necesitan los troyanos, estará en manos de Santos, dejarlo o no hacer metástasis, o bueno, también existe la posibilidad de que Santos nos sorprenda, con unos pantalones tan bien puestos, como para no montarlo en su caballo.
Siendo así -y como el mismo Uribito lo ha manifestado- gracias a su preparación académica y su carácter adulón, él no se quedará sin trabajo, seguramente le tocará resignarse a cambiar de sueldo pero no de sector, ni de jefe, podrá administrarle las fincas a Uribe o bueno, en últimas, tendrá que hacer un esfuerzo para pedirle a José Obdulio unas recomendaciones para dictar cátedras sobre “politiquería económica I” en las universidades en que José Obdulio trabaja o para servir de voluntario en la “Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia” que es más un centro uribista de oración.
Uribe no va a dejar sueltos a sus discípulos y ya le mandó un mensaje subliminal a Santos, el cual se puede resumir así “ni se le ocurra dejarme por fuera del caballo, porque tengo la forma de mantenerme vigente y activo en la política, y quizá desde otra posición como puede ser la alcaldía de Bogotá le puedo incomodar mucho más que dentro de su caballito discapacitado, pero recuerde que no solo debo estar adentro, sino también compartir la estrategia sobre el manejo de las riendas”.
Si Santos tiene tanto carácter y es un tecnócrata, como lo quiere hacer ver, Uribito no tiene cabida en el nuevo gobierno por desleal y corrupto. Si tiene vocación de poder mantendrá a Uribe a metros, de lo contrarío veremos una segunda reelección de Uribe en cuerpo ajeno.
Yo le apuesto más a un distanciamiento, y a que, en uno o dos años, la oposición al gobierno la encabezará Uribe acompañado de: Uribito, José Obdulio, Fernando Londoño, Plinio Apuleyo y Rafael Guarín.
Mis queridos troyanos, solo espero que entre tantas disputas, no nos vaya a ir como a las… víctimas de una hecatombe.
25 de junio de 2010
20 de junio de 2010
Error matemático: El 30% del Censo electoral es mayoría
Como si se tratará de un mal presagio, durante toda la jornada electoral de este 20 de junio el cielo colombiano permaneció nublado, no se contuvo y dejó caer todo su dolor en gotas de agua que más parecían lágrimas de desilusión.
Era tal la necesidad que tenía el cielo por manifestar su indignación, por lo que presentía que iba a suceder - en parte gracias a lo hecho por Uribe- que a las ocho de la mañana durante las palabras del presidente logró estremecerse, de tal forma, que hizo salir un chorro de agua de la carpa que lo protegía y así lo sancionó en nombre de los colombianos honestos por su ilegal intervención en política durante la campaña electoral.
Durante la mañana se observo una baja asistencia a las urnas, el Ministro del Interior y de Justicia, señaló como posibles causas la lluvia y la transmisión de los partidos del mundial de futbol. Pero definitivamente era más fácil pensar que las causas se relacionaban con desilusión y desinterés. Desilusión de saber que los esfuerzos honestos y humildes no son populares en Colombia, es más importante el poder ególatra y la demagogia. Y desinterés, porque qué aliciente podían tener la mitad de los habitantes de Colombia que son pobres para salir a votar, si los habían convencido de que les quitarían los apoyos gubernamentales en caso de que votaran por un candidato diferente al recomendado por el presidente, ese presidente que los llevó a la pobreza en la que están y que hoy selectivamente los compra con limosnas a las que denomina subsidios.
De 30 millones de ciudadanos aptos para votar solo el 30% eligió a Santos, es decir, decidieron por el 70% que se dividió entre los que votaron por Mockus, votaron en blanco o no fueron a votar. Sin embargo, para este caso las matemáticas no sirven y se debe decir que ganó la mayoría.
En este momento cualquier análisis sobre cómo será la gestión del nuevo presidente resulta una mera especulación, partiendo del hecho de que a Santos no se le puede creer todo lo que dice, la lógica nos invita a pensar que no va a haber cambios sustanciales con respecto a lo hecho por Uribe, siendo así las cosas resultará muy complejo llegar al fondo de casos como: AIS, los falsos positivos, espionaje del DAS y en general las nuevas situaciones que se puedan presentar con relación a las componendas con un congreso que en un 80% es oficialista. Solo si el destino quisiera reivindicarse con este país, podríamos pensar que en algunos años los que hoy son orgullosamente aliados del electo presidente se conviertan en disidentes y dejen de “comer callados” denuncien y ejerzan un control político.
También se puede prever que se presente un conflicto entre Uribe y el nuevo mandatario, considerando que Uribe dejará de hacer parte del grupo de colombianos que tienen el poder suficiente para hacer lo que se les venga en gana y es posible que no esté muy dispuesto a aceptarlo dado el apoyo que le ha dado. Va ha ser una nueva etapa para Uribe que quizá le hará recordar la frase coloquial “cría cuervos y te sacarán los ojos”, para su infortunio no crió al hijo pródigo y por lo mismo él no es el padre indulgente y reflexivo que perdonará la deslealtad de su hijo. Seguramente en menos de un año tendremos una peleíta entre padre e hijo como “para alquilar balcón”.
No se trata de demeritar el triunfo de Santos, porque no tiene sentido, él ahora tiene la sartén por el mango, por lo tanto deberá garantizar el cumplimiento de su programa y sus políticas de gobierno, dentro de lo más relevante deberá: no subir impuestos, incrementar el salario mínimo por encima del IPC, armonizar las relaciones con los otros poderes públicos, garantizar la meritocracia en la asignación de cargos públicos, reducir el desempleo en 2 millones de personas, formalizar el empleo a 500 mil más, incrementar la productividad nacional, acabar con la guerrilla y el narcotráfico, eliminar la corrupción en las entidades estatales y finalmente restablecer las relaciones tan deterioradas con Venezuela y Ecuador, solo por mencionar algunas.
Finalmente la posición del Partido Verde planteada por Mockus, en el discurso donde reconoció el triunfo de Santos, mantiene viva las esperanzas de los que votaron por él. Un partido que está naciendo y que esperamos que madure y se fortalezca a través de la consecución de posiciones importantes de elección popular como curules en las asambleas y consejos, así como también a través del prometido control político que anuncio esta noche el excandidato. De estas elecciones quedo claro para el Partido Verde que con solo buenas ideas y buena fe, no se logra llegar a la presidencia. Serán cuatro años que servirán para mejorar los aspectos en los que fallaron, que son más relativos a la forma que al fondo, se necesita construir una imagen dogmatica porque es la que le gusta al común de los colombianos y dejar a un lado las prácticas a las que invita Descartes con su duda metódica, porque eso es interpretado como inseguridad y falta de carácter, en Colombia se elige al candidato que parece que ”se las saben todas” y las que no se sabe, se las inventa.
El candidato ganador llamó a la “Unidad Nacional”, algo que es difícil de entender, la unidad la logra con los politiqueros, hoy tiene el 80% del congreso, sin embargo, la gente no está unida en torno a él, solo el 30% del electorado lo acompaña. La unidad nacional no deberá ser un discurso como el de hoy, deberá ser un compromiso por acabar con la brecha entre ricos y pobres, acabar con la concentración de la riqueza en un 10% de la población, crear oportunidades para el 50% de los colombianos pobres, para los 4 millones de desplazados y darle empleo al 14% de colombianos que hoy lo están buscando y no lo encuentra. Cuando logre eso podrá hablar de unidad, entre tanto, estaremos segmentados de esa forma.
Hoy con la mano en el corazón, quiero no tener la razón, quiero estar equivocado, quiero en cuatro años leer esto y decir “mi estupidez, no me dejaba ver al gran líder, al gran hombre honesto, al hombre justo, al salvador de mi patria, no me dejaba ver a ese hombre maravilloso que es Juan Manuel Santos “
Si Dios existe que nos proteja, bueno y si existe ¿por qué se olvidó de nosotros?.
18 de junio de 2010
Las perlas del último debate.
Tuve la posibilidad de ver todos los debates de la campaña electoral, sin embargo, nunca me pronuncié sobre alguno en particular, porque lo consideré inocuo, los seguidores de Santos siempre lo veían ganador, al igual que los de Mockus quienes a pesar de verlo un poco dubitativo e inseguro, explicaban que su imagen obedecía más a la de un hombre incomprendido y difamado, pero al fin de cuentas ganador.
Sin embargo, tras el debate de anoche no pude resistir las ganas de escribir, porque por primera vez pude ver con claridad la verdadera dimensión de cada uno de los candidatos. Para mi quedó demostrada la gran capacidad que tiene Santos para engrupir y en esto no hay quien lo supere. Así como quedó demostrada la exagerada vocación reflexiva de Mockus, esto le impide contestar con rapidez y contundencia, adicionalmente se vio la falta de preparación del debate, no llevó frases pre-construidas o un discurso demagógico que le ayudaran a conseguir votos.
Si partimos del hecho de que tenemos un electorado carente de cultura política, el cual solo necesita que un candidato utilice un tono fuerte y convincente para creer que lo que dice es la verdad absoluta. Es fácil concluir, que al encontrarse ante un candidato con una posición reflexiva, que no se compromete a decir mentiras con tono contundente, por el simple hecho de que esto es deshonesto, creerán entonces, que están frente a un pelele.
Para ese electorado inculto, el ganador absoluto del debate de ayer fue Santos, básicamente porque Mockus no se supo defender y porque no sabe atacar. Voy a hacer algo muy difícil y es escribir con los dedos cruzados, esperando que parte de ese electorado aprovechando la ley seca, lea parte de las perlas del debate de anoche y quizá estos argumentos les permitan considerar la posibilidad de apoyar al candidato Mockus:
Mockus señala a Santos de poco leal porque con sus antiguos jefes Cesar Gaviria y Andrés Pastrana, hoy tiene pésimas relaciones. Santos hábilmente se hace el loco y habla sobre Uribe.
Mockus le pregunta a Santos, qué si en el proceso de paz fallido durante el gobierno de Samper, estaba contemplada una salida del presidente. Nuevamente Santos con su habilidad, contestaba otra cosa, “requería de su aprobación” a sabiendas de que no había contestado la pregunta. Conclusión, si quería tumbar a Samper.
Mockus a la pregunta sobre si él cree en la participación de Santos en un complot contra Samper, responde “Si, si no, entonces, el periodismo colombiano está plagado de calumnias y de injusticias”. Contesta Santos “Está plagado de calumnias, profesor Mockus”. Conclusión, “cada ladrón juzga por su condición”, El Tiempo está plagado de calumnias gracias a Santos. Que frase tan idiota, como diría él, para alguien que se ufana de haber ejercido el periodismo.
Por fin Santos se refiere a la rumorología de J.J. Rendón, de una forma, digamos despreocupada, dijo que si había alguien dentro de su campaña que se le demostrara que está participando en algo como lo que Mockus sugería, es decir, básicamente en la campaña de desinformación, se iría inmediatamente de su campaña. Conclusión, no carnetizó a los colaboradores de J.J. Rendón y en caso de que por error haya uno suelto, lo va a sancionar drásticamente con un “Se va de aquí”.
Por último con relación al tema económico fue en el que- a mi juicio- el economista y administrador de empresas Juan Manuel Santos, expuso todo lo que ha aprendido en la política y no lo que aprendió en la universidad de Kansas. Lamentablemente Mockus no supo controvertir.
Habló Santos de cómo se redujo la inflación en el gobierno de Pastrana y de su “supuesto gran aporte” desde el ministerio de Hacienda. En este punto me toca hacer una aclaración –común en mi- yo no soy economista, sin embargo, no es necesario serlo para saber que la principal causa de la inflación es el dinero circulante. En los gobiernos de Gaviria y Samper, antecesores de Pastrana, los dineros del narcotráfico tuvieron un gran impacto sobre nuestra economía, generando un exceso de demanda agregada, como resultado vivimos niveles de inflación muy altos. Una vez se decide atacar frontalmente el narcotráfico y logra Pastrana el apoyo de Estados Unidos a través del plan Colombia, el resultado fue una depresión de la demanda debido a que el dinero proveniente del lavado de dólares sale de nuestra economía o por lo menos se reduce sustancialmente. Se intensifica el conflicto interno, nos golpea la crisis financiera internacional del 98 desestabilizando la débil banca interna, todo esto sumado a un 20% de desempleo, se traduce en la crisis económica de 1999, que a muchos nos dejo recuerdos imborrables. Estas condiciones, lógicamente llevan a una disminución de la inflación. Conclusión, no fue por la gestión de Santos que redujo la inflación, fue una coyuntura.
Anoche no pude entender los planteamientos de Santos con relación al incremento de los salarios por encima del IPC y a la creación de nuevos puestos de trabajo basado en un incremento en la productividad. Voy a exponer mis argumentos que considero son sencillos de entender y demuestran que estas dos propuestas no son más que pura demagogia. Santos comienza el 7 de agosto de 2010 su gobierno, ¿en menos de cinco meses logrará que la economía crezca de tal forma que pueda subir salarios por encima del IPC sin impactar negativamente la economía? No lo creo. Por otra parte la productividad es la relación de la producción de bienes o servicios con respecto a los recursos empleados. En Colombia los costos más representativos en manufactura o servicios están relacionados con la mano de obra, básicamente porque adicional al salario base se deben tener en cuenta otros costos como parafiscales y seguridad social. Entonces, en un país donde un 50% de los colombianos son pobres tenemos que reducir la demanda agregada, para la mayoría de los bienes y/o servicios, siempre a la mitad, de ahí que los alimentos bajen de precio, si Santos incrementa la productividad ¿cómo va a generar demanda?, por ejemplo: si una compañía de gaseosas produce mil unidades al mes porque su demanda estimada es de mil unidades/mes y se le incentiva –como lo hace ahora el gobierno- la compra de maquinaria, ¿qué hará?, comparará maquinas y despedirá gente, ¿pero va a producir más?, claramente no, porque no hay demanda, producirá las mismas mil unidades a un costo inferior y generará desempleo. Entonces, incentivar el empleo, en lugar de incentivar la compra de activos productivos por parte del gobierno, no es, de ninguna manera, una estupidez de Mockus, es un paso necesario para reducir el desempleo, así podrá entonces estimular la demanda y generar un ambiente propicio que en el futuro apalenque el crecimiento económico, el sistema requerirá por sí mismo un incremento en la productividad y desarrollos tecnológicos. Pero en este momento – a mi modo de ver- no es conveniente.
Recordemos que para salir de las crisis los países se apoyan en su microeconomía, la Unión Europea así lo está considerando, si a eso le sumamos él nunca firmado TLC y las pésimas relaciones con Ecuador y Venezuela, ¿qué tanto piensa Santos que se va a producir?, ¿para venderle a quien?, por lo menos, yo no veo mayor demanda ni interna, ni externa a la que tenemos actualmente.
Conclusión, esta es otra mentira de Santos, tan grande como que no va a subir impuestos porque se va a soportar en el crecimiento de la economía, como si no cargáramos con un gran déficit fiscal que no nos permite contar con la capacidad financiera necesaria para sacar a este país de la crisis social, educativa, cultural, de vivienda, salud, pensiones, de infraestructura, etc, como para hacer las afirmaciones, que hace, sin sonrojarse.
En este instante solo quiero pensar, que estoy equivocado.
16 de junio de 2010
Traumas de Infancia - Pandemia colombiana-
Pandemia colombiana.
Haber nacido en Colombia me ha dejado una marca: “Hecho en Colombia”. Que va mucho más allá del simple hecho de ser colombiano, esta marca a diferencia de un “Made in China” me hace sentir de mejor calidad aunque en términos prácticos mi vida útil pueda ser mucho menor.
Haber nacido en Colombia me redujo las expectativas de vida, mejor dicho, si hubiera nacido en Suiza, Canadá, Finlandia o cualquier otro país por el estilo, muy seguramente no hubiera sentido desde muy niño el temor a morir o el temor a malvivir.
Mis grandes temores de niño fueron: la Lepra, la Poliomielitis y la Guerrilla. Hoy ya un poco mayor cuando salgo en moto, mis grandes temores son los conductores, principalmente los de los buses, los de las busetas y las lobas monas alisadas de gafas y camionetas grandes.
Yo nací en el año de 1974, en mis primeros años de vida la lepra y la poliomielitis me asustaban más que la guerrilla. Desde mis primeros años de vida solíamos ir con toda la familia a Agua de Dios (una población cercana a Bogotá, con una temperatura promedio de 27°C) a la finca de un tío, íbamos en un plan recreativo, sin embargo, para mí bajar al pueblo era un suplicio porque allá había un lazareto, entonces, era común ver a los enfermos de lepra, adicionalmente la explicación que en el momento me dieron sobre la enfermedad me produjo mucha más angustia, porque sentía temor de contagiarme. Lo mismo sucedía con la poliomielitis era relativamente común ver adultos con la enfermedad, entonces la insistencia de mi mamá para que me pusieran las vacunas más la explicación sobre la enfermedad me produjeron mis primeras noches de desvelo. Sentía que estas dos enfermedades eran lo mismo que jugar a la ruleta rusa permanentemente, el solo hecho de estar vivo y en la calle, era estar expuesto.
Finalmente, estas dos enfermedades hoy están totalmente controladas. La lepra es una enfermedad de carácter infeccioso y su origen está en un bacilo. Por otra parte la poliomielitis es una enfermedad contagiosa la cual es producida por el virus poliovirus y se pudo erradicar del país. Hoy tengo la tranquilidad de que mi hija no va a sufrir con el fantasma de estas dos enfermedades.
Pero, ¿qué pasa con la guerrilla?, creo que lo mismo, una enfermedad comienza a alarmar a las autoridades sanitarias cuando se convierte en epidemia, luego si se convierte en pandemia se toman medidas más fuertes, pero finalmente el primer objetivo que se busca es controlarla y la meta es erradicarla.
Hoy siento el mismo temor que cuando vacacionaba en Agua de Dios hace ya más de 30 años, en aquel momento mis preocupaciones eran realmente infundadas, el riesgo de contagiarme era casi inexistente, pero hoy en Colombia tenemos una pandemia que se llama violencia y el candidato que más posibilidades tiene de ser presidente, está muy lejos de poder encontrar el virus o el bacilo que la están produciendo.
En Colombia el gran problema ha sido la violencia -no la guerrilla- la cual a través de la historia se ha transformado hasta llegar a ser hoy una pandemia. El gran problema es que nuestra violencia muta y los colombianos somos poco observadores y no detectamos muchas de sus manifestaciones.
Por ejemplo, si hubiéramos sido lo suficientemente observadores, nunca, hubiéramos elegido a Andrés Pastrana como presidente, Pastrana en su campaña presentó en televisión un comercial en el cual la cara de Serpa, su contrincante a la presidencia, se transformaba en Samper, famoso por el proceso 8.000. Entonces, la mayoría de votantes colombianos decidieron que Serpa era Samper y por eso corrieron a votar por Pastrana. Hoy, al igual que hace doce años, van a hacer lo mismo, pero en esta ocasión van a votar por Santos porque creen que es Uribe.
Sin embargo eso hasta ahora es solo una parte del problema. Dicho de otra manera para nuestro caso de la pandemia, tanto Uribe como Santos no representa solución alguna. Ninguno de los dos tienen claro cómo solucionar el problema de la violencia, es más, Santos cumple con todos los requisitos necesarios para incentivarla.
Vamos a mirar un poco lo que ha sucedido. Uribe prometió acabar con la guerrilla y no pudo, tuvo ocho años para hacerlo y no lo logro. Quizá muchos dirán “pero hizo más que sus antecesores”, la respuesta es “pues claro”, al igual que en casos de pandemia, a la guerrilla, ha sido más fácil controlarla partiendo de los antecedentes. Se sabía que estaban fortalecidas gracias a lo que pudieron hacer estratégica y logisticamente desde el Caguan territorio que Pastrana les entregó sin condición y a sus vínculos cada vez más fuertes con el narcotráfico. De igual forma Pastrana fue el gestor del plan Colombia herramienta fundamental para combatirlas –no para acabarlas-. Entonces, era claro que no eran dignas de confianza y se contaban con los recursos suficientes para atacarlas.
Si miramos con un poco más de objetividad los resultados de Uribe con relación a su guerra contra Las Farc, encontraríamos que no son tan brillantes como aparentan, porque el trabajo se ve magnificado cuando las condiciones son extremas, claramente es más notorio cuando se barre un piso totalmente lleno de tierra, que cuando se barre un piso que apenas tiene algunas partículas de polvo.
¿Pero entonces que le falló a Uribe?. Primero, que no fue tan duro desde el principio, hubo concesiones , se habló de zonas de encuentro, se invitaron a otros países no muy cercanos a Uribe a participar de las liberaciones, en fin, soltó a Granda y no se puso radical. Segundo, se concentro en acabar militarmente a la guerrilla y la lógica nos invita a pensar diferente, cae en el mismo error de falta de observación de todos sus electores y seguidores, por eso no pudo cumplir con su cometido.
A diferencia de lo que hacen los científicos con las pandemias, a Uribe le falto detectar el origen, el bacilo o el virus, peor aún, en su carrera por combatir la manifestación física, Las Farc, alimentó el sistema impulsando más gente a los brazos de la guerrilla. Uribe habla de cifras de desmovilizados, pero no habla de nuevas vinculaciones, deben ser mayores, porque la pobreza en Colombia crece, la agricultura decrece y los campesinos de algo tienen que vivir. O se van de guerrilleros, o trabajan para los narcotraficantes, en cultivos o cocinas.
Finalmente, el reto para el próximo presidente deberá ser acabar con la violencia, no se trata de solo combatir a las Farc porque en eso se puede gastar ocho años más, y de nada sirve acabar con Las Farc si cuando ya no existan, la violencia se habrá transformado en grupos emergentes de las AUC, sicarios del microtráfico, delincuencia común, barras bravas, choferes enguayabados y en general personas inconformes por vivir en un país desigual, personas que sienten que cada día pierden, que el Estado no les da, sino que les quita, son personas que se hacen matar por cien pesos, por un partido de futbol, por un tropezón, por cualquier cosa, porque están cansados de perder.
En conclusión, la guerrilla es un síntoma, la pandemia es la violencia, que muta y cada vez más se manifiesta en diversas formas. La enfermedad es producida fundamentalmente por la inequidad social, la falta de educación y de cultura, esto se puede leer como falta de oportunidades. Y lamentablemente es un circulo vicioso porque la alta concentración del poder en un grupo pequeño de políticos impide que se pueda romper con la dinámica corrupta, clientelista y delincuencial que impide que los dineros públicos sean destinados para el fin que fueron previstos y que los costos de las obras sean justos, que haya un recaudo de impuestos eficiente y que paguen más impuestos los que más ganan. Mientras unos campesinos se mueren de hambre el gobierno le regala dinero a los extranjeros a través de exenciones, ¿tiene lógica? En caso de llegar a tenerla, no entiendo entonces por qué: el 50% de la población es pobre, el 28% está en la indigencia, la riqueza está concentrada en un 10% de la población, el desempleo es del 14% y hay cerca de 4 millones de desplazados.
Bueno, por otra parte hubo un descarado abuso de las vigencias futuras, Uribe dejó sin mucho accionar al próximo mandatario.
Yo creo que la única solución que tenemos como país es: REINICIAR y si así no nos funciona, ni modo, no hay garantía, es “Hecho en Colombia”.
9 de junio de 2010
Todos con Santos hasta el PDA
Definitivamente somos orgullosamente colombianos, esa es una conclusión fácil a la que se puede llegar después de ver esta caricatura de Tomáz Garzía.
Dentro del sin número de críticas de las que es objeto Mockus, llama la atención una en particular que hace referencia a un supuesto “odio” que profesa el candidato a nuestra cultura.
Las palabras odio y cultura van de la mano en este país. Sin embargo, la percepción que deja Mockus con su programa de gobierno y con las alianzas estratégicas con los otros tres ex alcaldes es la de un hombre preocupado por el futuro de este país, por mejorar la cultura, pero nunca por destruirla, quiere mejorar la educación, quiera acabar con la ilegalidad en todas sus expresiones y cree profundamente en la ciencia y en el amor como herramientas de cambio.
A pesar de lo anterior, tenemos un panorama político bastante negro que demuestra la necesidad latente de un cambio.
Dicho de otra manera, a pesar de la voluntad de Mockus y la de sus más cercanos seguidores por impulsar el cambio y llevar adelante un proceso que lleve a este país a un estadio sustancialmente mejor, la mayoría de los electores prefieren apoyar la continuidad, representada en cifras de esta forma: 50% de la población pobre, 28% en la indigencia, 4 millones de desplazados y la riqueza concentrada en solo un 10%, solo por mencionar algunos aspectos.
La pregunta que resulta de todo esto es ¿Tendremos motivos para odiar nuestra cultura?, si no somos capaces como sociedad de hacer un discernimiento elemental entre dos alternativas tan disímiles. La repuesta cada quien la encontrará, pero de manera general se presentan dos fenómenos críticos en todo este ejercicio electoral, que evidencian la manera poco lógica como se dejan influenciar los colombianos al momento de escoger un candidato.
El primer fenómeno es el de la transformación ideológica. Cómo se transformaron opositores en seguidores, mientras Santos reclamaba porque todos lo atacaban en los debates hoy se jacta porque todos lo siguen, excepto Mockus y Petro. Este segundo, invitó a sus electores a abstenerse de votar por cualquier candidato, básicamente porque Mockus no quiso cambiar de su programa de gobierno, por un millón y pico de votos, la posición que tiene sobre la presencia de militares estadounidenses en las bases colombianas. De resto todos hasta Cambio Radical, que para muchos fue una sorpresa, se unieron para repartir la torta, de ahí surge otra pregunta, ¿en manos de quien quedará el control político?.
El segundo fenomeno es que la Ola Verde no era más que un vomito verde que se esparció por el país y cayó de un momento a otro con sus características. Quizá la expresión “vomito” resulte peyorativa, sin embargo, lo que hizo Mockus fue embriagar a los colombianos honestos de optimismo .Como buenos colombianos el ejercicio lo hicieron con juicio, beber, beber y beber, hasta el punto de delirar de la borrachera augurando un triunfo en primera vuelta. Esos análisis eran el resultado de la beodez colectiva e impidieron dimensionar el impacto en los resultados de las prácticas “picaras” del contendor.
Dicho lo anterior se puede concluir que los colombianos de bien son fundamentalmente indiferentes y gozan de un ego que no los deja lucha cuando creen tener la guerra perdida, es más “digno” perder sin luchar, que luchar y perder, es por eso que ahora esa gran ola de seguidores verdes se convirtió en críticos de Mockus, le ven muchos errores y sobre eso no hay discusión, sin embargo, los colombianos poco informados, los deshonestos, los ventajosos e ignorantes no se detienen a mirar los defectos de Santos y se unen con fuerza para que su bandidato gane las elecciones.
Lo lógico es votar por el candidato de su preferencia y si no tiene preferencia, por el menos malo. Si la gente lo hiciera así la posibilidad de triunfo de Mockus sería total, pero la fe de los seguidores de Mockus se diluyo con la misma velocidad con la que la Ola Verde creció.
Lamentablemente no se logró hacer en estas elecciones un ejercicio básico de lógica. Si es electo Santos es porque no tenemos una cultura política solida y si necesitamos una cultura política sólida es porque necesitamos a Mockus en la presidencia, no a Santos. La conclusión debería ser votar por Mockus.
3 de junio de 2010
Un derroche de ignorancia
Durante años he tratado de informarme y he tratado de entender ciertos comportamientos humanos que generan violencia, entender como lo fueron las colonizaciones, el impacto de las segregaciones raciales, las dictaduras y ahora me llama la atención tratar de entender cuál sería en pleno siglo XXI la solución para un conflicto religioso.
Solo hasta hace unos dos años comencé a escribir mis opiniones sobre algunos temas, aunque para ser honesto en un porcentaje importante los temas que he tratado tienen más relación con opiniones personales sobre situaciones cotidianas sin mayor trascendencia. Normalmente me apasiono por comentar sobre política colombiana pero hoy me voy a aventurar a tratar con total ignorancia e irresponsabilidad un conflicto internacional, haber si alguien me explica cual es la solución.
En 1992 -hace ya 18 años- se conmemoraron los 500 años del descubrimiento de América fue en ese momento que me interesé por tratar de entender diferentes aspectos de nuestra cultura y me vinculé a un programa del colegio que nos invitaba a buscar nuestra propia identidad.
Para esto era necesario realizar investigaciones, foros de discusión, ensayos y propuestas para que de alguna manera construyéramos un perfil autentico y no siguiéramos importando estereotipos.
Después de pasar por nuestra esencia indígena, el siguiente retó fue tratar de entender el racismo, con la ayuda de los jesuitas y de los diferentes grupos que destinaron para esta actividad estudié el Apartheid, la labor de Malcolm X y de Mandela, así con el tema de segregación racial en Mississippi que se sintió con relativa fuerza hasta los años 70, claro está que todavía quedan secuelas y manifestaciones patéticas como las del Ku Klux Klan.
Hay que recordar que en aquel entonces el internet no había llegado a Colombia y cualquier investigación requería que me sumergiera en una biblioteca, algo nada grato para mí, considerando mi leve claustrofobia.
Este tipo de actividades me despertaron la curiosidad, otros casos como el de Cuba por ejemplo me interesaron mucho. Pero para esto ya no contaba con la ayuda jesuita, ni con guías de apoyo para la investigación, ni con el arrume de fotocopias del marco conceptual, que vale la pena aclarar no eran fotocopias de libros sino tesis de los curas.
Siendo así las cosas me tocaba comenzar a mí la investigación y eso demandaría horas y horas de biblioteca las cuales no estaba dispuesto a invertir porque sabía que la claustrofobia era más fuerte que yo y comer libros no hacía parte de mis preferencias. Por lo que iniciaba el proceso investigativo y una vez tenía una idea básica en mi cabeza la comenzaba a analizar pero con muy pocos elementos de juicio.
Voy a poner un ejemplo sencillo como lo es el de Cuba. Yo entendí hace cerca de 20 años que Cuba era un país socialista y que era víctima de un embargo económico por parte de Estado Unidos. Grosso modo era toda la información que tenía, a pesar de esto me atrevía a pensar -nunca a comentar o a escribirlo- que la victima de todo esto eran los cubanos, pero no por tener un dictador en el poder sino por estar embargados por Estados Unidos. Años después entendí el papel estratégico que jugó Cuba durante la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, como también entendí la carencia de libertades del pueblo cubano a pesar de su acceso a educación y salud. Hoy 20 años después con más información veo a Cuba en su justa dimensión gracias a la magia del Internet.
Con la llegada del internet el tema de investigación se ha facilitado, sobretodo en términos del acceso a noticias recientes y el hecho de tener la posibilidad de tener acceso a la misma noticia vista desde diferentes perspectivas es enriquecedor.
Lamentablemente los medios se están dedicando cada día más a opinar y no a informar, pienso –sin ser periodista, ni nada que se le parezca- que los medios debían solo informar y uno crear su propia opinión.
Un ejemplo claro es cuando un periodista añade a situaciones adjetivos innecesarios, como en un acto de irresponsabilidad o de lo cura, etc.… un hombre fue arrollado por un vehículo. La noticia no debería ir más allá de los hechos, es decir, un hombre fue arrollado por un vehículo y describir la situación. Si fue atropellado pasando por debajo de un puente peatonal, uno concluye irresponsabilidad, pero si fue arrollado debajo del puente peatonal y hay testigos que lo vieron lanzarse del puente y ser atropellado al caer puede ser suicidio o locura si estaba disfrazado de superman, en fin, hay que leer en muchos medios una noticia para tratar de construir una idea cercana a la realidad.
Las noticias políticas son las que obligan a hacer un esfuerzo mayor y si a la política le sumamos religión, la cosa se complica mucho más.
Hoy como hace 20 años estoy con un enredo complicado pero ya no con relación a Cuba sino con relación al conflicto en la Franja de Gaza. Realmente por años no me interesó lo que sucedía tan lejos de Colombia, primero porque los cables se cruzan cuando un conflicto palestino-israelí, es en el fondo un conflicto musulmán-judío. Es más mi desinterés era tal que hasta hace muy poco entendí la relación Islam-musulmán, vergonzoso, para mi eran lo mismo pero no sabía por qué.
Hoy quiero hacer un planteamiento con el fin de encontrar en alguno de los lectores o en mi inconsciente una respuesta lógica para este conflicto.
Hoy la Franja de Gaza está bloqueada, los israelíes controlan las fronteras y la población palestina está sufriendo, los israelíes dicen que es necesario tener controlados a los palestinos porque aunque no todos son terroristas no se sabe cuáles son militantes de Hamás y las experiencia pasadas con suicidas del Hamás que tubo Israel sumada a la guerra en el Líbano enfrentando al Hézbola los hace medir con la misma vara a Hamás, aunque entiendo que jamás se podrán comparar en términos de su poder bélico esas fuerzas porque el Hézbola considerablemente más poderoso. Finalmente tanto Hamás como el Hézbola son musulmanes y eso para Israel es una razón suficiente para mirarlos con desconfianza.
Sin entrar en detalles técnicos para evitar caer en imprecisiones, entre diciembre de 2008 y enero de 2009 Israel atacó La Franja de Gaza porque Hamás había lanzado unos cohetes al territorio israelí. Resultado 1400 palestinos muertos contra 14 israelíes.
Hasta ahora puedo concluir que hay un desequilibrio militar por los resultados desproporcionados en términos de victimas y por el hecho de que Israel les pueda tener las fronteras bloqueadas.
A pesar de todo lo anterior, también es claro que en el pasado, cuando las fronteras no estaban tan custodiadas, hubo muchos ataques a la población israelí, en territorio israelí, por parte de los palestinos a través de ataques suicidas. Lo que señala que el odio hacia el otro es superior al aprecio por la propia vida.
Claro está que de igual forma Israel realizó asesinatos extrajudiciales. A los que consideró enemigos los detuvo y los asesino sin ningún tipo de juicio violando el derecho internacional.
Siendo así las cosas tenemos dos posiciones relativamente validas, la palestina y la israelí. Quizá para el desprevenido lector que no tiene ninguna herencia judía o musulmana, Israel está abusando de su fuerza y está haciendo pagar a “justos por pecadores” porque es claro que dentro de los musulmanes hay muchos que no quieren guerra , ni tienen sed de venganza, adicionalmente dentro de la Franja de Gaza también hay cristianos ajenos al conflicto.
La posicionen de los israelíes también es clara “no se les puede dar confianza”, los antecedentes indican que Hamás los atacará si se les abren las puertas.
En pleno siglo XXI es increíble que inocentes sean víctimas del odio entre pueblos vecinos. Bueno, en Colombia ya se ven víctimas por las diferencias entre pueblos vecinos, por ahora sin víctimas mortales pero si en el campo económico.
No sé si tenga claro lo que está pasando entre israelíes y palestinos, no lo he estudiado, solo he leído un poco y visto uno que otro documental, que seguramente para los estudiosos del tema cualquier documental será sesgado y poco profundo.
En el caso de estar equivocado (solo en caso de estarlo), quisiera encontrar una voz que me ayudará a entender, ayer traté de leer algunos comentarios de los lectores de un periódico sobre el tema pero fue imposible encontrar argumentos. No salen de los ataques, los que están a favor de Israel le dicen terroristas a los palestinos y desean la muerte del pueblo palestino. Y los que están a favor de los palestinos dicen que Hitler lamentablemente no hizo el trabajo completo.
Finalmente es evidente la deshumanización del conflicto y yo no sé quien tenga la razón, pero es evidente que vivimos en un mundo donde las razones pesan mucho menos que las pasiones.
Los judíos fueron víctimas durante muchos años, hasta 1948 lograron su independencia real, aunque fue seguida de guerras que hasta hoy no paran, sin embargo, su posición es leída por la mayoría del mundo como de victimarios, es decir, no muchos ven en ellos una reflexión profunda sobre el significado de prójimo y demuestran su disposición de utilizar la fuerza desmedida contra el enemigo.
¿Cuál será el punto medio?, ¿Cuántos años tendrán que pasar para que llegue la paz a estos dos pueblos?, ¿Será que el odio le seguirá ganando a la razón?, ¿Qué papel debe jugar al comunidad internacional?.
La comunidad internacional en su gran mayoría ha reprochado el bloqueo a La Franja de Gaza, sin embargo, la opinión más honesta fue la de Tony Blair quien afirmó que a pesar de eso será difícil levantarla.
¿Qué solución habrá que no sea guerra y muerte?
2 de junio de 2010
Futbol y Política.
Es común encontrar un mayor interés en los hombres colombianos por la política y el futbol que el que manifiestan tener las mujeres. Por eso en este país la discusión política como la del futbol tiene su propio espacio, la tienda de la esquina.
Es así como los criterios alrededor del futbol como los criterios políticos se cimientan en una caja de cerveza. Las diferencias se incrementan en la medida que la ingesta de licor aumenta y se dirimen a los golpes.
Sin embargo, esto ha evolucionado gracias a ese espíritu mal llamado “echados para adelante” que en el caso de muchos hombres colombianos se ha traducido en arribismo. Y se ha trasladado a nuevos espacios, espacios que les abren las puertas para mostrarle al mundo su evolución económica, su carro, sus viajes y el acceso que ahora tienen a “sitios exclusivos”.
Hasta ahí la historia suena bien, sin embargo, el inconsciente juega un papel importante y trae a flote esa tienda de esquina donde las más absurdas tesis políticas se debatían entre vecinos beodos e ignorantes de la realidad política, donde, las preferencias políticas se heredaron junto con la camiseta del equipo del alma.
Siendo así las cosas tenemos un universo de arribistas mostrando con orgullo en Facebook o medios similares sus logros profesionales, materiales, sus preferencias por la liga española, imágenes de su familia si la considera de su altura y por supuesto no puede faltar la intervención en política.
Es en esa intervención sobre política donde el inconsciente le pone la trampa más grande a este grupo de personas, porque piensan que la política es un deporte y el futbol una ciencia, es decir, apoyan a uno u otro candidato simplemente por pasión, por herencia, independientemente de los planteamientos que hagan.
Escuchan y ven las polémicas del futbol en radio y televisión pero son incapaces de ver un debate o leer un periódico o revista para enterarse del acontecer político. Es así como escriben arengas en contra del candidato opositor como lo harían en contra de su equipo rival, es fundamentalmente la esencia de las barras bravas.
Y claro, ante el triunfo en una contienda electoral, el inconsciente vuelve a jugarles una mala pasada, escriben mensajes ofendiendo a sus contradictores, esto como lo hemos podido ver a través de la historia alimenta la violencia, porque dentro de los perdedores también hay de la misma clase de especímenes, que quizá no deban su afiliación política a una herencia sino a un resentimiento por no haber podido triunfar tanto como el otro.
Lamentablemente esta sociedad no cuenta con la cultura suficiente para entender la política, no hay una voluntad gubernamental para que desde los colegios y universidades se preparen a los ciudadanos para entender la responsabilidad que tienen al hacer uso de su derecho al sufragio.
Quizá algún día llegue el gobierno que no le tenga miedo a sacar de la ignorancia al pueblo, quizá ese día Colombia pueda reducir la violencia y ese 50% de abstencionistas no sea el mismo 50% de pobres del país.
Hoy Colombia se divide entre los ganadores, los perdedores y los indiferentes. Pero la discusión es de alguna manera graciosa, parece planteada por El Hada Madrina (Noemí).
Los ganadores se ufanan y afanan por el resultado. Los parlamentarios liberales y conservadores corren a firmar alianzas para “lavar” los votos que en contra de su partido dieron al candidato ganador. El Vicepresidente solo hasta que conoce el resultado de la votación dice que está de acuerdo con que paren la licitación del tercer canal. Y los desprevenidos votantes, los que no tienen conocimiento de que significa clientelismo, maquinaria, plataforma, campaña sucia y compra de votos, saltan en una pata como si Colombia hubiera gana la final de un mundial de futbol, cuando en realidad estamos más cerca del barranco.
Los perdedores se alegran y se recriminan. Como buenos colombinos la mayoría ve “el vaso medio vacío”, votaron por Mockus pero luego del resultado lo recriminan, ¿por qué votaron entonces?. Dicen que no hizo lo que tenía que hacer y piensan que con esa forma de hacer política nunca va a lograr nada, quizá no sea tan cierto porque con una forma mucho menos ortodoxa llegó dos veces a la alcaldía de Bogotá, aunque también puede ser cierto que contra el honorable parlamento nacional y sus caciques no se pueden medir fuerzas solo con votos de opinión, entonces, si lo pensaban así era mejor que votaran por Petro o por Vargas Lleras. Finalmente el resultado es muy bueno para un partido que nace y muy malo si se piensa en llegar a la presidencia.
Los indiferentes están distraídos y sufriendo. Distraídos pensando en novelas, futbol, video juegos, cine, comida, trabajar, comprar y divertirse o sufriendo la pobreza.
Para los seguidores de Santos solo queda desearles suerte para que su candidato los represente como piensan que lo va a hacer. Para Santos suerte porque no está rodeado de seguidores fieles, entonces, ante el primer revés se le sumarán a al implacable oposición. Como ya lo vivió su ídolo, con los Liberales y Cambio Radical.
Para los seguidores de Mockus un mensaje de esperanza, el color les queda perfecto, todo es un proceso y esto apenas comienza. El resultado en las votaciones fue recibido por muchos como una gran derrota, fueron dos factores los que los llevaron a salirse un poco de la realidad: el primero unas expectativas muy altas basadas en unas encuestas y en un triunfalismo extremo. Y segundo la subestimación del enemigo, esto se vio reflejado en salidas en falso del candidato que fueron capitalizadas por su contradictor. A Mockus lo invitaría a hacer una reflexión profunda y apoyarse en Fajardo, Garzón y Peñalosa, para que realmente le cambie la cara al discurso porque quizá muchos no están preparados para entender, no quieren entender o simplemente al no estar habituados a formas diferentes de expresarse lo rechazan de inmediato. Pero en general el fondo es bueno, la forma regular y los mecanismos políticos para la consecución de votantes deficiente. Lamentablemente, como no se trata de futbol una fanaticada fuerte, unos grandes canticos y mucho optimismo seguramente no alcanzarán.
A los indiferentes no hay nada que decirles, simplemente no escuchan, pero los hijos de los indiferentes serán una esperanza en la media en que la educación y la cultura cambien en Colombia.
En conclusión, el criterio que utilizaron millones de colombianos para escoger candidato presidencial fue el mismo que utilizaron cuando escogieron su equipo del alma entre El Barça y El Real Madrid, solo buscan una forma de ganar apoyando incondicionalmente al que pensaban iba a triunfar. Y por eso ahora toman la misma actitud, unos festejan y se burlan de su contendor y los otros le echan la culpa al director técnico y a los jugadores.
Lamentablemente en Colombia aún no han definido la política como un deporte o juego sucio, de ser así, sería mucho más fácil competir..
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