3 de marzo de 2009

Barranquilla: el infierno de vivir en el cielo.


Hace cerca de dos meses había hecho la promesa de no dedicar mi tiempo a hacer críticas sobre cosas que no puedo cambiar, básicamente porque me sentía como esos viejitos que ven el mundo como una fábrica de desaciertos y viven criticando lo nuevo, lo viejo, a los políticos y a los que no lo son, a los curas, a los ateos, a los niños y a los viejos, la economía, etc..

Sin embargo, pienso que cuando uno quiere algo, vale la pena hace intentos por conseguirlo, un acto de contrición siempre es necesario, por lo que considero que si yo lo he podido hacer y he podido reflexionar sobre ciertas actitudes que en algún momento de la vida consideré que no estaban mal o tan mal y hoy me avergüenzo de ellas, claro está culpando a la adolescencia que me acompañó sin soltarme ni un segundo como hasta mis 26 o 27 años, creo que dé a uno que se una a la causa lograremos ayudar a aquellos que, como yo en algún momento, no son consientes de lo que hacen y no se trata de perdonarlos porque no saben lo que hacen, sino de hacerles ver que cada vez son menos, pero aunque son menos impactan su entorno como si fueran más.

Hablo de todos aquellos barranquilleros y foráneos residentes en Barranquilla que desconocen el significado de la palabra civismo, el cual simplemente es “Comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública.” Criticamos la ineptitud de las autoridades para hacer cumplir las normas, criticamos a los cachacos por que nos critican, criticamos el caos vehicular que se presenta, criticamos y criticamos porque no hay quien le ponga orden a esto, pero lo fundamental está en nuestras manos, tomemos acción y demos ejemplo.

Con el fin de no cansarlos y escribir algo más largo que un tomo del Quijote, con todo lo que hacemos o dejamos de hacer para que las cosas sean cada vez más difíciles en Barranquilla, voy a hacer pequeños post con reflexiones a la luz mi experiencia diaria en las calles y lugares públicos en Barranquilla.

Lo único que busco es que nos veamos en un espejo y así como nos miramos para peinarnos, nos miremos para actuar de una forma más armónica, cívica y no continuemos dejando que pequeños detalles nos hagan dudar por instantes de que vivimos en le cielo. Barranquilla es el paraíso, matemos a la serpiente.

Cree una nueva etiqueta que se llama “Barranquilla” para ubicar todos los post relacionados con este tema fácilmente sin tener que leer los otros que quizá no sean de su interés, la idea es que cada uno haga sus aportes a través de sus comentarios e invite a la gente a reflexionar, pueden comentar debatir e inclusive pueden mandar fotos con casos para que otros los conozcan al E-mail ssarmiento1974@gmail.com, sin especificar nombres, caras o placas de vehículos, no somos el casa noticias, al principio seremos no más de 3 los comprometidos pero vale la pena hacer el esfuerzo una persona más colaborando para que el bien general prime sobre el particular nos abrirá la puerta a una mejor calidad de vida.

Como no se trata solo de hablar voy a incluir el primer ejemplo de una vez y a hacer un reconocimiento del civismo de esta ciudad el cual aunque no es muy generalizado tiene buenos ejemplos para poner, en El Heraldo hace unos días mostraron a unos estudiantes (muchos) haciendo fila (larga) al medio día para coger una buseta, esa escena la he podido ver varias veces ahí mismo en la 51B con 93 y son estos casos los que me animan a pensar que si se puede, claro que no va a ser rápido ni fácil pero es mejor que no hacer nada.

Hoy estaba haciendo mercado en Carrefour aprovechando el descuento de los martes 20% en carnes y verduras, llegué con mi esposa y mi hija a pedir el turno de la carne porque siempre hay una fila larguísima, algo tan sencillo como esto, se convierte en un momento de alta tensión para los que solo esperamos que nos llamen por el número que tenemos, en el momento que tomamos el número había 4 personas en total, dos a las cuales las estaban atendiendo y dos en espera, pero, estaban atendiendo el número 89 y a nosotros nos toco el 97, ¿Dónde estaba el resto?, ni idea, primero comienzan a llamar los números porque el tablero nunca lo utilizan y en vista que nadie a parece una señora que llegó del ultima dijo ese es mi turno empujando a mi esposa la cual se encontraba pegada a la vitrina, mi esposa muy decentemente, pero mordiéndose la lengua de la rabia, le dice “señora qué número tiene” la señora dice 97, a lo que mi esposa le contesta no puede ser porque ese es mi número y le muestra el papelito, a lo que le responde le señora de forma grosera “bueno, bueno… entonces yo tendré el 98”, esta señora se encontraba con una niña de unos 7 años, la cual está aprendiendo como comprar carne sin esperar el turno, luego, llega una señora de unos 65 años, preguntando por el turno, le contesta el carnicero que van en el 99, la señora muy molesta le dice, ¡Atiéndeme a mí que tengo el 95! Efectivamente lo tenía pero se había ido a continuar con el mercado y en un país civilizado eso significa que lo había perdido, pero lo peor no es que la señora pretendía que la atendieran después de mi esposa, sino que pretendía que pararan de atenderla para que ella pudiera hacer su pedido, luego, llega una mujer de 35 años aproximadamente, aparentemente por lo que pude escuchar de origen caleño y comienza a pelear diciendo que si le tocaba esperar 10 turnos para comprar una carne molida, yo creo que esa pregunta no se hace, uno en el banco hace fila para consignar $1.000 o $10’000.000 o para retirarlos igual, esta señora jodió tanto hasta que la señora del turno 99 le pidió la carne molida al carnicero y se la paso a la caleña.

Aburrido de tal escena y con el único fin de no dañarme el resto del día, decidí tomar el coche e irme con Silvana al segundo piso donde está la sección de tecnología y oh agradable sorpresa la que me llevo al subir la rampa, la cual esta acondicionada para que los carros de mercado no se rueden, un bella pareja motivamos me imagino yo por el afán, decidieron cargar el carro de mercado para bajar más rápido, pero no se percataron que habían metido en la parte inferior una bolsa con detergente la cual se les cayó y casi terminan los dos en el piso, me preguntó ¿Cuánto tiempo esperaban ahorrarse haciendo tal salvajada?. Como en los supermercados es prohibido tomar fotografías utilice “discretamente” el celular espero que alcancen a identificar algo.

Bueno finalmente terminamos de hacer el mercado y nos dirigimos al parqueadero, la sorpresa no pudo ser más impresionante, en los lugares para estacionar, hablo de las celdas que están demarcadas con unas líneas amarillas para que los carros no ocupen más de ese espacio, se encontraban 2 carros totalmente atravesados ocupando dos espacios, ¿qué si había más espacios libres en el parqueadero?, pues claro, pero lo irónico de esto es que las personas que ocuparon dos espacios parquearon en los parqueaderos más cercanos a la entrada, es decir, a otras personas les tocó caminar más e incomodarse, porque estos señores consideran que ellos tienen derecho a ocupar todo el espacio que quieran, eso me parece bien en la medida que está el parqueadero desocupado, pero entonces ocupen los parqueaderos más lejanos si lo que quieren es que no les rayen o golpeen el carro, caminen un poco más pero no incomoden al resto.

Todo esto ocurrió en una hora un día martes por la mañana y después me preguntan que por qué no me gusta ir al hacer mercado los fines de semana. Lo único que no me sucedió en esta vista, pero que ya me había pasado en el Centro Comercial Buenavista, es que mientras daba reversa para parquear, un cerdo se metió de frente y me quitó el puesto; me imagino que aquel porcino al cual no le pude ver la cara por su gigantesca camioneta de vidrios polarizados o pintados de negro, no lo sé, (quizá por eso no me vio) pensó que la enseñanza para mi es: ¡siempre parquear de frente!

En los próximos capítulos veremos, para qué sirven las líneas de demarcación de los carriles en las calles, qué es una cebra, un semáforo y cómo funcionan los colores, cuando debemos superar los límites de velocidad, que es un mal parqueado, como trabajan los ascensores, que significan las palabras entrada y salida (tienen significados diferentes) al igual que empujar y halar, protocolo universal para el uso de escaleras eléctricas (no todos van de paseo conmigo) y muchos temas más, la próxima semana más cuenta chistes.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Sarmiento, me siento plenamente identificado con la temática que propones y definitivametne me uno a esta cruzada por el rescate de lo nuestro y por el mejoramiento de las conductas colectivas de los habitantes de nuestro paraíso currambero. Como bien mencionas, no es una tarea fácil, pero SI SE PUEDE!!!. Estaré atento al blog y a los próximos artículos de la nueva etiqueta... ánimo compañero, la revolución de las ideas y la decisión de cambio marcarán la diferencia.

Javier Pimentel dijo...

Yo tiendo a mirar con recelo a los que me hablan excesivamente bien de Barranquilla. Si me preguntan digo que está llena de muchos porcinos con camionetas gigantes y que ellos son los dueños de esa ciudad. Ser un porcino de ese tipo de porcinos es la mejor opción que uno tiene en Barranquilla; es la forma más apropiada de ser y sobrevivir.

Por otro lado creo que es justo y necesario ese orden de temáticas que propones. Considero particularmente relevantes para Barranquilla, además de los que propones, los siguientes tópicos y cuestiones:

1. ¿Por qué la fila empieza realmente donde termina el trasero de la última persona que está parada detrás de las otras?

2. Ser Vivo, Ser Inteligente y ser astuto: Una aproximación semántica. ¿Por qué ninguna de esas palabras aplica en usted?

3. Los efectos nocivos de los pedos y el mal olor axilar en el transporte público.

4. Destruyendo mitos. Capitulo 1: El vidrio polarizado.

4.1 El vidrio polarizado no te
hace invisible.

4.2 El vidrio polarizado no
excusa tus cretinadas.

4.3 El vidrio polarizado
como fuente de poder
masculino. Breve
Introducción a la noción
de "Macho".

4.4 ¿Por qué alguien que no
polarice los vidrios de su
carro ni haga negocios
con el alcalde tambien
es sujeto de derechos
en Colombia?

4.5 Conclusiones.



5. Bellaco, avión, avizpado,
hijodeputa y vivo: Cinco
calificativos diferentes
y un solo significado.
¿Por qué Barranquilla
produce tantas
lineas grises en
la semántica contemporanea?

6. El cine: Arte y espectaculo de
observación callada.

7. El centro comercial y la
pasarela, diferencias y
similitudes.

7.1 Al centro comercial
se va a comprar.

7.2 A la pasarela se va a
desfilar.

8. ¿Por qué la política no
debe verse como una simple
forma de ganarse la vida
a través de la corrupción
en licitaciones?

9. Lobotomía: ¿Es tu mejor opción?

10. ¿Como es que votar por los
mismos apellidos puede
redundar en un poco de dinero
a corto plazo y en miseria
perpetua?

10.1 El apellido Name y su
estrecha relación con
la miseria
generalizada.

10.2 Char.

10.3 Gerlein.

10.4 ¿Por qué somos
miserables? Una
aproximación
genealógica.

En la medida en que se me vayan ocurriendo te sigo aportando, porque creo que esto puede ser el inicio de una maestría o algo así. Habrá que sugerirle el pensum a alguna universidad.

Santiago Sarmiento Ortiz dijo...

Definitivamente con tus comentarios y los de otros más, y con la decisión absoluta de tratar de desenmarañar los antecedentes socio-culturales de nuestros ancestros, aquellos colonos galaperos que en busca de su ganado encontraron esta bella tierra en la rivera de un caudaloso rio, donde se asentaron buscando un mejor futuro para su familia, la pregunta es ¿Dónde quedó ese mejor futuro?, o será que esa mezcla con los inmigrantes provenientes de otros continentes, tendríamos que entrar a mirar las similitudes y diferencias entre una carimañola y un quibbe, luego, mirar la similitud entre una danza árabe, un mercado persa y una comparsa en el Buenavista, si vamos haciendo asociaciones quizá entendamos, el tema de las herencias Char Abdala y Name Teran, y poco a poco encontraremos cosas como: aquellos jinetes que cabalgaban por el desierto y para evitar la arena y que los identificaran sus enemigos tapaban sus rostros de igual forma que para hacer sus fechorías, lo que hoy se resume en un POLARIZADO…

Javier Pimentel dijo...

Chanfle... De acuerdo a tu hipótesis el Quibbe es una bendición y a la vez una maldición. Comemos Quibbe (de vez en cuando) y a cambio cedemos el bienestar general.

Como dice un profesor que tuve en la U, habrá que seguir explorando esa aproximación socio-histórica al Barranquillerismo contemporaneo.

Anónimo dijo...

Bueno quedo perplejo al leer cada opinion mas aun cuando en quince dias me voy a vivir a ¨Curramba la Bella¨, ¨La Puerta de Oro de Colombia¨, ha sido una especie de sueño que en este momento que se cumple todo y todos han hecho complot para bajarme de esa nube; igual ya no hay paso atras ....creo en la gente...creo en la inteligencia social espero disfrutar esta nueva etapa de mi vida

Santiago Sarmiento Ortiz dijo...

Juan Carlos,
Lo importante es que trate de entender el ¿por qué?, este post lo escribí hace año y medio, y aclaré que en algún momento -inconscientemente- yo también hice las mismas cosas, lo importante es entender la bondad de mucha gente que en algunos casos no se deja ver por la falta de civismo. El no dar las gracias, no pedir el favor, tutear, dar ordenes, etc., hace parte de la amabilidad y de la confianza, de la gente humilde. Por otro lado se encontrará con los que creen que Barranquilla son Los Ángeles y muy posiblemente sin haber salido nunca de la ciudad y ser lectores regulares, hablarán con propiedad y un toque de arrogancia sobre diversos temas, los cuales apoyaran en lo que han podido comprar o sus más cercanos amigos han comprado o a donde han podido ir. Creo que estos últimos personajes son los más complicados de tratar. Mucha suerte, yo duré 8 meses y ya llevo 11 meses nuevamente en Bogotá.

Anónimo dijo...

http://xkcd.com/562/

Unknown dijo...

Bueno, pues yo espero viajar para instalarme e iniciar una nueva vida en Barranquilla. Tengo muchas expectativas y muchas ilusiones, espero con mi ejemplo contribuir para el civismo y la buena conducta ciudadana, después de todo en Bogotá este proceso también requirió un tiempo. Espero q la oportunidad q la vida me ofrece de irme para allá con mis hijos, sea para nuestro bien.