12 de abril de 2009

La Puta vida y sus Putas cosas… (El Pero)

La muerte nunca se preocupó por mí, ella en algún momento pensó que yo la iba a encontrar, definitivamente para haber vivido una adolescencia hasta los 25 años y ser una persona promedio, cometí ciertas irresponsabilidades que si hubiera seguido en ese camino, seguramente me la hubiera topado.

Pero esa peleíta no se quedó así, después de cerca de 10 años de estar trabajando relativamente concentrado, en dejar todos los hábitos nocivos para la salud, bueno, como una adulto promedio, igual, no soy vegetariano, ni abstemio, ni deportista, lo que no quiere decir, que sea obeso, alcohólico y sedentario, pero llevo una vida relativamente sana, no tanto como para tener los triglicéridos en su punto, los cuales están algo subidos, como en un 150%, pero no más, bueno, como no se trata de decir mentiras, todo tienen consecuencias y cuando hablo de una vida relativamente sana, lo digo, porque por día no me tomo menos de 1.5 litros de Coca-Cola, pudiendo llegar a 3 en días de alto consumo, no me gusta la Coca-Cola Zero, ni la Light, entonces, no colaboro en ese sentido, hace poco intenté dejarla y a las 20 horas de no tomarme un sorbo, casi me desmayo, me descompensé totalmente, lo supe, porque mi esposa al verme así, me dio un vaso de Coca-Cola y entendí que realmente es la chispa de la vida.

Pero bueno, el tema es otro, la muerte en vista de que no ha podido encontrar en mi una alta exposición a ella, parece que decidió, confabularse con el tiempo para poder lograr su cometido, yo me acuerdo cuando estaba en primero de primaría, hace solo unos 28 años, para mi cada año, era una eternidad, un año de colegio no era nada diferente a una larga reencarnación y en general, toda la vida del colegio me pareció larga, aunque divertida, larga.

Pero ahora siento, como si la muerte no pudiera conmigo y no porque sea inmortal, sino todo lo contrario, porque sabiendo lo humano y mortal que soy, no ha logrado su cometido, y es que no lo tengo claro, pero creo que le molesta un poco que yo trate de luchar contra la corriente, en el sentido, de buscar, por muy irracional que suene, un modelo de vida a mi gusto.

Es decir, no existe la vida perfecta, no existe un modelo de vida perfecto, pero algún loco puede creer que su vida es perfecta, y si lo cree es porque así es. Yo hasta hace casi dos años y después de muchos años de serlo, deje de ser un empleado, básicamente tome la decisión de no serlo más, por mi incapacidad de poder afrontar roles diferentes, eso significa, que en mi casa, en vacaciones, en el baño, en la cocina, en un restaurante, etc., yo vivía solucionando problemas laborales, buscando la mejor forma de… pues de acabar la vida, eso se refleja en que la vida personal crece y se estructura en función del trabajo, cuando uno mira que hizo, en los 10 últimos años, encuentra que trabajo para: tener una buena posición laboral, un buen salario y alguna que otra cosita, pero cuando uno mira a su alrededor, encuentra una vida fría y vacía, de la cual quisiera huir pero no sabe el cómo.

Entonces, hace el análisis fácil, ser empleado esclaviza, yo no quiero ser más un esclavo. Y como el que trabaja duro algo consigue, más lo que la esposa tiene, más lo que la alcancía tiene, y si a eso se le suma el universo de posibilidades que el mundo ofrece para aquellos que trabajan bien, la solución es fácil y está en nuestras manos.

Renunciar es el camino de los valientes, emprender mil aventuras y confiar en que la ecuación funcione. Vida triste, no aprendo, los problemas de fondo, no se solucionan modificando la forma, se solucionan analizando el fondo y tomando medidas de fondo.

Como la gente vive apegada a lo material, le parece, que renunciar a un buen puesto y a un buen salario, a la posibilidad de tener “buenas relaciones” (lo pongo entre comillas porque nunca entendí cuales fueron las buenas relaciones), viajar, conocer, etc., es la estupidez más grande del mundo, finalmente eso es forma, es superficial, hoy puede estar, mañana no, es más, voy a confesar algo, están turbio ese mundo, que nadie se imagina que uno todos los días juega con el puesto, y que en ese juego de ajedrez lo único importante es mostrar la agresividad e inteligencia suficiente, para que no jueguen con uno como si fuera un peón más, lo peor, es que finalmente toca jugar y volver a otros peones, “El juego de los peones”, aunque son preferibles lo que huelen mal.

Es más tengo la idea de escribir un libro de cómo en las grandes multinacionales se mueven intereses turbios, y como la falta de ética, no es ilegal, por lo que, mientras se cumpla con la utilidad proyectada, los presidentes de compañías pueden ir haciéndose ricos y también haciéndose rico, a través, de mil patrañas, entre proveedores y clientes, haciendo, capitales inimaginables para muchos, todo esto, sin despeinarse, ni sonrojarse un poco, la historia será inspirada en la vida real, con la que muchos ser irán de ¡Plop!, bueno para poder escribirlo tengo que resolver primero otras cosas, que es de lo que estoy hablando.

Es así, como en la distracción de la forma, uno encuentra que ser empleado es el problema, pero, ser empleado no es problema, no significa ser esclavo, la esclavitud está en la mente, el problema es no saber independizar los roles y luchar por dar más, muchas veces innecesariamente, uno puede dar todo, pero no pude sacrificar la vida, ni la felicidad, lo digo porque en ocasiones logre durar más de 48 horas, sin dormir, sin bañarme, trabajando, solucionando problemas que no eran míos, como en el caso que, mientras el del problema jugaba golf en Miami y no hablo de un jefe, hablo de un par, yo salía un 24 de diciembre de la oficina a las 2:00 p.m. después de haber llegado el 22, bueno, que finalmente lo echaron dos años antes de que yo renunciara, sí, pero al fin y al cabo, ¿qué?, yo era el esclavo, en busca de qué, de todo menos de la felicidad.

Y ahora que me siento feliz, la infeliz muerte se confabula con el tiempo para hacer que los días duren segundos, las semanas minutos y los meses horas, acabando poco a poco, con mis momentos de felicidad, quitándome el tiempo que necesito para terminar de reorganizar y poniéndome ante la difícil situación de pensar, que lo mejor es: hacer como el resto, sin mente, trabaje, jubílese y reniegue por todo lo que pudo ser y no fue, por lo injusto del mundo y durante 15 días cada 350, gástese lo que no tiene, sufriendo por lo poco que van a durar esas tan anheladas vacaciones.

Lo triste, es que a este paso en 23 días, tendré 80 años y moriré, sin haber logrado encontrar el modelo perfecto.

1 comentario:

Just Me dijo...

Pase a conocer...Saludos :)