3 de abril de 2009

Solo minutos antes de salir a comer...

Y él solo estaba ahí, tormentas de frustraciones, rocíos de sueños, niebla espesa de incomprensión, eran solo un viento suave frente al sinsabor de lo incierto, persistentes zumbidos de ese maldito mosquito que no encuentra otro oído que perturbar, el calor infernal que hace sentir el cerebro a punto de estallar, cocinándose a fuego lento y con cada segundo que pasas las ideas se endurecen y el corazón se entumece. No ve la luz. Solo el agudo y perturbador ruido del teléfono, lo saca del trance y le indica que es la hora, la siguiente función comienza, se levanta el telón y sale como si la brisa fuera fresca, las ideas claras y el corazón estuviera recién planchado.

4 comentarios:

*Yo* dijo...

:o corazón recién planchado

La Chata

Santiago Sarmiento Ortiz dijo...

Si, es por una expresión que usamos "el corazón arrugado"

Átomo dijo...

Me hace recordar aquella célebre frase de Galileo: "Y sin embargo, se mueve".
Un saludo, excelente blog compa.

Santiago Sarmiento Ortiz dijo...

Gracias, por ahí le deje un comentario, usted es un campeon, tiene lectores uribistas, antiuribistas y dementes, una gama muy amplia, lo estaré visitando.